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Martí March: “queremos aumentar la dotación de la enseñanza concertada en 2022”

El conseller de Educació valora el nuevo curso escolar que ahora se inicia

Martí March.
Martí March.
El conseller ha introducido la enseñanza del Islam en algunos colegios de Balears en este curso. (Foto: J.L.FERNANDEZ)

El actual conseller de Educació i Formació Professional, el socialista Martí March (Pollença, 1954), estuvo ya al frente de esta Conselleria en la pasada legislatura. Doctor en Pedagogía y catedrático de Sociología de la Educación en la UIB, como político March es un hombre siempre afable en el trato y muy pedagógico a la hora de exponer sus ideas. Al inicio de la entrevista, quiere dejar claro que el curso que acaba de empezar aún será un “curso Covid”, más allá de la mejoría en la situación global de la pandemia. Como conseller, no rehúye pronunciarse sobre cuestiones que han generado una cierta polémica, como la futura Llei d’Educació o el hecho de que a partir de este curso se vaya a impartir Religión Islámica en tres centros escolares públicos de Baleares. “En las cuestiones educativas de lengua y de religión hay mucha visceralidad, ideología y confrontación”, lamenta.

¿Entiende las críticas que ha habido por la implantación de la asignatura de Religión Islámica?

Entiendo que haya sectores de la sociedad que critiquen este hecho, pero tenemos unos convenios estatales, además de la Constitución, que nos obligan en ese sentido. Prácticamente todas las comunidades autónomas, sean del color político que sean, habían puesto ya en marcha la enseñanza de la Religión Islámica. Nosotros lo haremos ahora. Por lo que respecta a la Religión Católica, su enseñanza ha estado presente en las escuelas desde siempre. En Baleares, tenemos actualmente 140 profesores de Religión Católica en las escuelas públicas, mientras que docentes de Religión Islámica habrá por ahora sólo dos. También me gustaría recordar que los criterios para poder impartir clase son los mismos para unos y para otros. Así, hay que ser profesor, tener el certificado C1 de catalán y un máster en caso de ser maestro de Secundaria.

Pero el debate en la sociedad sigue ahí…

Sí, es cierto. Por eso considero que se ha de hacer una reflexión sosegada, tranquila, no visceral, no racista y no xenófoba, evitando confundir las cosas sobre el papel de las religiones en las escuelas. Se ha de abrir un debate a nivel de todo el Estado sobre esta cuestión, al tratarse de una competencia estatal. Por su parte, desde la Comisión Islámica nos dicen que prefieren que haya una enseñanza del Islam desde las escuelas que no desde las mezquitas, porque consideran que en las mezquitas podría haber una radicalización que en las aulas no se dará, al asumir los profesores de Religión Islámica los valores constitucionales.

“Se ha de hacer una reflexión sosegada, tranquila, no visceral, no racista y no xenófoba sobre el papel de las religiones en las escuelas”

El viernes empezó el nuevo curso escolar. ¿Cuáles serán las principales novedades?

Esencialmente son dos, la vacunación y una presencialidad absoluta, sobre todo a partir de la ESO. Por lo que respecta a la vacunación, será el elemento de protección más importante que tendrán los alumnos y los docentes. Hemos de recordar que Baleares es una de las comunidades autónomas en donde hay más menores vacunados a partir de los 12 años y también que tenemos ya un 90 por cien de los docentes vacunados con las dos dosis. A ello hay que añadir que es muy importante que el resto de la población esté ya vacunada para evitar la transmisión comunitaria del coronavirus.

¿La mayoría de protocolos continuarán vigentes?

Sí, efectivamente. Así, se seguirá utilizando la mascarilla, habrá que mantener la distancia de seguridad —que pasará de 1,5 a 1,2 metros—, se mantendrá el lavado de manos y continuará la ventilación. En relación a este último punto habrá una novedad, ya que adquiriremos filtros HEPA, para intentar limpiar el aire y evitar posibles infecciones. En ese sentido, está prevista una inversión de más de dos millones de euros para las escuelas públicas y concertadas. Como sabe, el año pasado habíamos adquirido ya medidores de CO2, que ahora se seguirán utilizando.

“La vacunación será el elemento de protección más importante que tendrán los alumnos y los docentes este curso. Baleares es una de las comunidades autónomas en donde hay más menores vacunados a partir de los 12 años”

¿Qué ocurrirá con las cuarentenas?

Aquí habrá también una novedad con respecto al curso pasado. Así, los docentes y los alumnos que sean contacto estrecho de un positivo no tendrán que hacer cuarentena si están vacunados. Con este cambio se pretende incentivar la vacunación y fomentar la presencialidad, pues si uno no hace cuarentena, tiene que ir a clase.

La escuela concertada critica que los módulos del concierto económico están congelados desde 2007…

Bueno, más allá de los módulos, quiero recordar que nosotros implantamos las ayudas para el comedor escolar tanto para la concertada como para los niños de cero a tres años. Además, cuando apareció el Covid pusimos profesores de refuerzo en la concertada y le dimos fondos para la mejora de la limpieza y de la higiene, del mismo modo que hicimos en la pública, sin ningún tipo de discriminación. Dicho esto, es cierto que desde 2007 no ha habido ningún incremento en los módulos del concierto económico con la concertada. Los colegios concertados tienen razón, por lo que entendemos que dichos módulos se han de incrementar de manera progresiva. En estos momentos, estamos trabajando para ver si sería posible aprobar ya un primer incremento económico en los módulos en los Presupuestos de 2022.

“Ya tenemos medidores de CO2 y ahora invertiremos más de dos millones de euros para comprar filtros de aire que se instalarán en escuelas públicas y concertadas”

¿Desaparecerán algún día las aulas prefabricadas?

Las aulas modulares —coloquialmente llamadas barracones— son una anomalía, por lo que tenemos el objetivo de ir retirándolas progresivamente. Ahora mismo hay 99 en total. De ellas, 11 son aulas Covid. En cualquier caso, no podremos retirarlas todas en esta legislatura. Además, hemos de recordar que somos la única comunidad que crece escolarmente. Le pondré un ejemplo. El año pasado Cataluña perdió unos 3.000 alumnos, mientras que nosotros tenemos ahora unos 3.000 más, sobre todo de Formación Profesional. Por tanto, el hecho de que tengamos aulas modulares no es una voluntad política, sino una necesidad por la avalancha que hemos tenido de inmigrantes, que hemos de escolarizar, haciéndolo además en las mejores condiciones posibles.

¿Cómo le gustaría que fuera el curso que ahora comienza?

Me gustaría que saliera bien, como el curso pasado, es decir, que las escuelas permanezcan abiertas, que haya los menos casos posibles de coronavirus y que la gente siga aprendiendo. Además, también me gustaría que fuera un curso de transición hacia la normalidad. Aun así, es evidente que tendremos que convivir mucho tiempo con el virus, una circunstancia que hace que en la organización de las escuelas el factor sanitario tenga hoy un peso que no había tenido nunca. En ese contexto, lo que nosotros queremos es recuperar el peso pedagógico, porque es la competencia que tenemos como Conselleria d’Educació.

¿Cuál está siendo el papel de la Conselleria de Salut?

En los dos anteriores cursos los protocolos que se han puesto en marcha se han aprobado conjuntamente entre la Conselleria de Salut y la Conselleria d’Educació. Partiendo de la base de que estamos muy contentos de la colaboración con la Conselleria de Salut, que ha hecho una labor fantástica, lo que queremos es que en el curso 2022-23 haya un protocolo sólo de Educació. Eso querrá decir que estaremos dejando atrás el Covid y que estaremos dando entrada a una normalidad progresiva, con el objetivo de que la escuela siga mejorando.

“Es cierto que desde 2007 no ha habido ningún incremento en los módulos con la concertada. Ahora trabajamos para conseguir un incremento económico en los Presupuestos de 2022”

¿La futura Llei d’Educació garantizará la presencia del castellano en las aulas?

Uno de los objetivos tanto de la LOMLOE —estatal— como de la futura Llei d’Educació es que al final de las etapas obligatorias los estudiantes salgan con un conocimiento adecuado de catalán y de castellano. Por tanto, si durante el proceso de enseñanza obligatoria se ve que un estudiante no tiene el conocimiento idóneo de catalán o de castellano, se han de tomar medidas para que al final de esa etapa aquel estudiante sepa leer, escribir, comprender y reflexionar en ambas lenguas. Mire, a mí me gusta hablar tanto en catalán como en castellano, así como también en francés y en inglés. Soy un defensor del plurilingüismo. No quiero que haya monolingüismo

¿Cómo será entonces el próximo modelo lingüístico?

Será un tema a negociar con todos los partidos durante la tramitación parlamentaria de la Llei d’Educació, pues quiero que haya el máximo consenso posible. De hecho, tanto personal como profesional y políticamente no tengo ningún problema en que haya asignaturas que se impartan en castellano. Y además la ley lo posibilita perfectamente. Ahora es el momento de la política. Como le he dicho, buscaré el máximo consenso para que haya la máxima estabilidad, porque esta y la continuidad son las condiciones sine qua non para alcanzar una enseñanza de más calidad. En cambio, cuando hay muchas modificaciones, acaban apareciendo siempre problemas en la comunidad educativa. Como conseller, lo que no quiero es que haya una ruptura educativa, como la que hubo entre 2011 y 2015 con el Ejecutivo que presidió José Ramón Bauzá.

“Tenemos el objetivo de ir retirando las aulas modulares de manera progresiva. Pero este curso tenemos 3.000 alumnos más que el anterior”

¿Una ley puede hacer que los niños de hoy sean luego unos ciudadanos mejores y más preparados?

Una ley no es una finalidad en sí misma, sino que es un instrumento que ha de posibilitar cambios. A partir de la LOMLOE, por ejemplo, se cambiarán los currículums, que serán más competenciales. Con ello quiero decir que a veces es necesario cambiar los contenidos y las metodologías. Los profesores han de dar hoy a sus alumnos elementos para que comprendan el mundo en el que viven y han de hacer que tengan competencias matemáticas, lingüísticas, metodológicas, analíticas o de habilidad social. Eso es lo que necesitamos. Tenemos que enseñar a los niños a interpretar las cosas, si bien no estoy en contra de la memorización tradicional. Pese a determinadas críticas, creo sinceramente que el nivel educativo actual ha subido y que la educación en Baleares ha mejorado, aunque seguramente no a la velocidad que querríamos.

¿La escuela debe enseñarnos también a ser más abiertos y tolerantes?

Yo siempre digo que la escuela debe ser en primer lugar un espacio de convivencia y que ha de formar a personas respetuosas, que además han de estar cualificadas desde el punto de vista académico y profesional. La escuela ha de enseñar a convivir a personas diferentes, de ideas distintas, de diferentes religiones, de orientación sexual distinta y de condición social diversa, porque la sociedad actual implica convivir con diferentes. Cuando todo ello no se consigue, supone el gran fracaso de la escuela.

¿Las redes sociales son hoy por hoy un peligro para poder lograr ese propósito?

Bueno, es verdad que las redes son un espacio incontrolable y también peligroso, pero en ellas hay también un espacio positivo. En cuanto a los grupos radicales que fomentan el odio, en cierta forma solamente se alimentan a sí mismos. A un nivel ya más general, creo que las redes son un problema del que no sólo deben ocuparse la escuela o las administraciones, sino también las familias, que han de asumir su responsabilidad y controlar lo que hacen sus hijos.

“Si durante el proceso de enseñanza obligatoria se ve que un estudiante no tiene el conocimiento idóneo de catalán o de castellano, se han de tomar medidas para que al final de esa etapa sepa leer, escribir, comprender y reflexionar en ambas lenguas”

¿Cómo está siendo a nivel personal su segundo mandato consecutivo en Educació?

Lo llevo bien, no me siento cansado. La gente que me conoce sabe que soy una persona muy positiva, con energía y con la suficiente fuerza para afrontar el resto de esta legislatura, si la presidenta del Govern así lo quiere, evidentemente. El día que me sienta cansado, que no tenga ganas o que pierda la ilusión, me iré, pero la verdad es que tengo ilusión, ganas y fuerza para llegar como mínimo hasta el final de la presente legislatura. Después, dentro de dos años, ya veremos qué hacemos —sonríe—.

Vista desde fuera, parece una Conselleria especialmente difícil y compleja…

La educación es un elemento de mucha confrontación política e ideológica. Siempre digo que para ser conseller de Educació se ha de tener una gran fortaleza mental, física y psicológica, además de conocer bien el sector y saber negociar. Si no tienes esa fortaleza, todo es más difícil, porque esta es una Conselleria muy compleja. Piense que en Baleares hay casi 19.000 profesores y que ahora habrá 190.000 alumnos cuando estén todos matriculados. Asimismo, están los sindicatos, la federación de padres, la patronal y los grupos parlamentarios. En ese contexto, además de tener una hoja de ruta clara, es necesario contar con un gran equipo, como el que hay hoy en la Conselleria. Se trata de un equipo de profesionales bien formados y con capacidad de gestión. Además, personalmente nos llevamos bien, algo que también es importantísimo.

.- Este es un artículo de Josep Maria Aguiló y Mallorcadiario.com para Menorcaaldia.com


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