“El cambio climático y la globalización darán lugar a epidemias cada vez más frecuentes, de manera que, una vez superada la pandemia actual de la COVID-19, habrá que prepararse para la próxima con el fin de que no se cometan los mismos errores que se dieron especialmente durante la primera ola”. Este es el objetivo del encuentro de la Escola de Salut Pública de Menorca titulado ‘Lecciones aprendidas de la pandemia COVID-19 en hospitales y centros sociosanitarios de España’ que se celebra online este miércoles y que reúne a gran número de expertos que analizarán y reflexionarán sobre las lecciones aprendidas de la evolución y la capacidad de gestión de la pandemia en España.
Los coordinadores de esta actividad formativa son José Félix Hoyo, vicepresidente primero de Emergencias Agudas y Crónicas y Red Internacional de Médicos del Mundo, y Luis Guerra, de Médicos del Mundo, una organización humanitaria con larga experiencia en epidemias que trabajó en nueve hospitales de Madrid cuando estalló la COVID-19 y en 80 residencias de Castilla La Mancha y Castilla y León.
Hoyo señala que Médicos del Mundo se centró en la que parecía ser la parte más débil del sistema sanitario español: la prevención y el control de la infección que, según apunta, es uno de los pilares básicos del control de las epidemias. “El objetivo básico era proteger tanto al personal sanitario o de las residencias geriátricas como a los pacientes y usuarios, evitando el contagio cruzado”, manifiesta.
La primera de las lecciones que Médicos del Mundo ha detectado es que España no estaba preparada para una pandemia y que, a pesar de contar con un excelente sistema de salud, es necesario reforzarlo invirtiendo en salud pública, así como disponer de una preparación previa para que todos los engranajes funcionen correctamente ante una posible nueva epidemia.
Además, Hoyo indica la necesidad de mejorar los mecanismos de coordinación con la finalidad de lograr la participación comunitaria. “Es muy difícil que la población tenga claro cómo tiene que actuar ante una epidemia si no tiene un mensaje claro y único, avalado por la opinión de expertos”, y recalca también como imprescindible disponer de una reserva estratégica de material, especialmente a nivel local, tanto de test diagnósticos como de equipos de protección individual.
Por otro lado, considera que el personal sanitario que trabaja en atención directa a los pacientes está poco especializado en la prevención y control de las infecciones. Una mejor preparación de los trabajadores en este sentido habría supuesto que los mecanismos de trasmisión de la pandemia de la COVID-19 se controlaran mejor, de manera que el porcentaje de personal sanitario infectado hubiera sido menor.
El coordinador del encuentro remarca que el Centro Nacional de Salud Pública que se pretende crear es básico, aunque cree que debe incluir un componente de preparación de respuesta epidémica más específico y especializado. “El centro de control de alertas sanitarias estaba formado antes de la pandemia por solo tres personas, por lo que hay que invertir en este punto para conseguir que las repercusiones de una futura epidemia no sean tan elevadas”, advierte.
El encuentro que tendrá lugar este miércoles de manera telemática reúne a expertos que, a partir de su experiencia, se centrarán en reflexionar y realizar aportaciones sobre la mejora de la respuesta epidémica que se puede aplicar en otras ocasiones relacionadas con los sistemas de triaje y modelos de previsión de ingresos que eviten o prevean la saturación de servicios, los circuitos y circulaciones en la asistencia sanitaria, las medidas de aislamiento de pacientes y la presión hospitalaria, entre otros.
Además, se tratarán los problemas y las consecuencias del enfoque psicosocial de la crisis y su repercusión en el personal sanitario y de las residencias, así como en los pacientes y personas mayores, una cuestión que Hoyo considera que en el caso de la pandemia de la COVID-19 ha quedado en segundo plano.
… asusta pensar que pese a tener expertos de tal calibre exponiendo los hechos tan claramente, haya aún gentes que sean más proclives a hacer tonterías como poner velas a un ectoplasma, hacer conjuros o REZAR, que viene a ser lo mismo… la religión, una de las lacras recurrentes que siguen molestando aún en este inicio de nuevo siglo…