El Ajuntamento d’Alaior concedió una licencia a los hoteles de Son Bou, justo durante el período en que se ha impedido al GOB consultar el expediente para conocer la documentación presentada por los promotores. Se trata de un permiso para agrupar parcelas de terreno del que no se ha sabido nada hasta ahora. Supone un ejemplo de medida adoptada por la Administración sin permitir intervenir a los ecologistas que se consideran parte afectada en este tema.
El hecho de que el impedimento de un derecho pedido varias veces por escrito se traduzca ahora en una decisión sobre la que el GOB, que es parte interesada, no ha podido emitir la opinión, hace que aumente la gravedad de los hechos a juicio de los ecologistas. La información ha sido ya remitida a los abogados de la entidad conservacionsita que dirigen la denuncia penal contra el Ajuntament d’Alaior.
Según el GOB, “parece que la apuesta por el oscurantismo urbanístico se ha implantado en el Ayuntamiento. El último acta de Junta de Gobierno (órgano que concede licencias) que puede consultarse en la página web es del 19/04/21. Hace 7 meses que no es posible saber qué acuerdos se han tomado en este sentido.
Esta negativa de permitir la consulta en el expediente de los hoteles de Son Bou, así como la negativa de poder consultar el expediente del caso del agroturismo de Torre Vella donde se detectaron siete piscinas ilegales, han motivado que el GOB haya decidido utilizar la vía penal contra los cargos políticos y técnicos que hayan avalado estas decisiones. El importe económico necesario para la iniciativa judicial, 5.000 euros, prácticamente se ha cubierto ya a partir de numerosos donativos en sólo 48 horas.
El caso de los hoteles de Son Bou se remonta a 2017 cuando se conoció la intención de la empresa Melià de consolidar por unas décadas más las dos torres u en vez de adaptarse al planeamiento vigente. El GOB consultó el expediente de los hoteles y detectó que nunca habían cumplido los requisitos de parcela necesaria.
Construidos a principios de los setenta, los dos edificios enormes que afectan al paisaje de Son Bou y que representan uno de los principales impactos sobre la costa de la isla, se beneficiaron en aquella época de informes surrealistas y de personas que actuaban a la vez como representantes del Ayuntamiento y de los promotores.
Las deficiencias que detectó el GOB han paralizado temporalmente el nuevo proyecto, porque no se puede modernizar un edificio que no cumple con las condiciones de edificación. Una de ellas es que incumplen con la dimensión de la parcela necesaria para albergar el volumen construido. Cuando se supo que la promotora había presentado nueva documentación al respecto, la entidad pidió para volver a ver el expediente. Pero entonces fue cuando el Ayuntamiento denegó reiteradamente al GOB el acceso a la documentación.