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“Vacunar a los jóvenes y a los niños”

Un artículo de Emilio Arteaga

Imagen de archivo de una vacunación.
Imagen de archivo de una vacunación.

La sexta ola de la pandemia, que acaba de empezar, está provocando menos cuadros graves de la enfermedad y menos hospitalizaciones, debido a que se infecta gente más joven no vacunada, que sabemos que suele padecer procesos leves, y personas más mayores vacunadas, que, gracias a la protección de la vacuna, también pasan formas leves o asintomáticas.

Eso no quiere decir que no haya pacientes que requieran hospitalización y que algunos de ellos precisen de ingresar en las unidades de cuidados intensivos e incluso, por desgracia, que se produzcan fallecimientos y conviene resaltar que prácticamente todos los que necesitan de cuidados intensivos son personas no vacunadas, lo que ejemplifica la utilidad de las vacunas y su necesidad para combatir la pandemia.

En nuestro país, por fortuna, el porcentaje de adultos vacunados es muy elevado, por encima del 80 %, y se espera que mejore aun más debido a la exigencia del pasaporte covid para poder acceder a multitud de actividades sociales y a viajar, con lo que podríamos superar el 90 % de adultos, y aunque muchos expertos opinan que ni con ese porcentaje no se podrá detener la circulación del virus, sí se podría conseguir que pasara a ser un virus estacional, como el de la gripe, que, con toda probabilidad, requerirá de una dosis anual de vacuna, vacunas que deberán ir cambiando para incluir las nuevas variantes que vayan surgiendo.

En espera de lo que ocurra finalmente con la variante ómicron, de la que de momento desconocemos cual vaya a ser su capacidad de transmisión, aunque parece mayor que la de la delta y en qué medida disminuya la eficacia de las vacunas, aunque es muy improbable que escape por completo a la protección vacunal, la situación actual es relativamente favorable, aunque debemos ser muy cautelosos con los pronósticos y monitorizar exhaustivamente la evolución de esta sexta oleada y, por tanto, mantener las medidas de autoprotección de mascarilla, distancia e higiene, que los no vacunados se vacunen ya y los vacunados reciban la tercera dosis no menos de una semana antes de la Navidad y, sobre todo, limitar el máximo posible las reuniones en las próximas fiestas navideñas, procurando restringirlas solo a las burbujas familiares más próximas y cuidando mucho el contacto de niños y adolescentes con los más mayores.

Una de las diferencias de la situación actual con la de hace un año es precisamente el aumento de contagios entre la población joven y los niños en edad escolar. Se debería acelerar la vacunación para los adolescentes y jóvenes entre doce y veinticinco años, que si bien padecen prácticamente siempre infecciones asintomáticas, sí pueden convertirse en reservorios y transmisores del virus, amén de poder padecer el muy fastidioso síndrome postcovid.

Y nos quedan los niños entre cinco y doce años. Al igual que ocurre con los de doce a veinticinco años, pueden contagiarse y, aunque no desarrollan la enfermedad, si pueden transmitirla, de ahí el cuidado especial que deben tener las familias con el contacto entre los niños y los más mayores.

Y en cuanto a la vacunación de los niños, los estudios clínicos de seguridad y eficacia están dando resultados absolutamente positivos, por lo que, tan pronto como los organismos reguladores y, en concreto, la Agencia Europea de los Medicamentos, EMA por su sigla en inglés, aprueben su uso para este segmento de edad, se debería considerar la inmunización de los niños, para su protección, la de sus familiares y compañeros de colegio y para seguir dificultando la circulación de virus, al alcanzar más del 90 % no de los adultos sino de toda la población vacunada.


Comments (2)

  1. Pobre D. Emilio, algún día se dará cuenta de todas las barbaridades y mentiras aquí descritas.
    Lástima que para entonces ya será demasiado tarde…

  2. … terraplanistas, creacionistas, negacionistas del cambio climático del alunizaje de la autoría islámica radical en las torres gemelas o en Atocha, antivacunas… de hecho, también hay mucha gente que aún creen a pies juntillas que existen divinidades religiosas a los que hay que rendir pleitesía… el ser humano es diverso, en eso está también su riqueza… nunca dejaremos de reírnos…

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