Este artículo es una forma de visibilizar el drama de la atención primaria y es un gran testimonio de la tarea que están haciendo estos colegas ibicencos pero que se puede extrapolar a cualquier centro de salud o unidad básica, a lo largo de esta durísima pandemia. Es útil su publicación, ahora que los aplausos se tornan lanzas y se generan cada vez más conflictos entre médicos y pacientes, atrapados ambos en un contexto donde la administración gestiona de forma muy deficiente.
La crisis provocada por el COVID-19 ha supuesto una adaptación de la organización de los equipos de atención primaria, que han tenido un papel fundamental durante toda la pandemia. En la nueva fase de la desescalada, la atención primaria asumió, entre otras tareas, el rastreo y seguimiento de los contactos de los casos confirmados. Por ello, sus equipos debieron de formarse para:
- Realizar una prueba PCR a todo paciente que cumpla los criterios de caso sospechoso, en las primeras 24 horas tras su detección, incluyendo a la población pediátrica.
- Registrar los contactos estrechos inmediatos del paciente sospechoso y, tras la confirmación del caso, notificar a la central coordinadora del COVID19 (CC-COVID19) para el estudio de contactos estrechos ampliado y su seguimiento.
- Realizar el seguimiento clínico de los casos confirmados con síntomas leves que no precisen ingreso hospitalario y derivar aquéllos que presenten signos de alarma según el protocolo establecido.
- Realizar el seguimiento de los pacientes con diagnóstico de enfermedad por SARS CoV-2 tras recibir el alta hospitalaria.
- Realizar la notificación individual urgente de los casos detectados en AP al Servicio de Epidemiología de la Dirección General de Salud Pública.
- Identificar a los contactos estrechos del caso confirmado, aislarlos de forma precoz y realizar vigilancia activa por parte de la Central Coordinadora del COVID19 (CC-COVID19).
Todo ello ha supuesto un incremento de trabajo notable, al que se añade la recuperación de los pacientes crónicos por parte de cada microequipo de AP, que estuvieron confinados en sus respectivos domicilios, y que durante las fases de desescaladas sucesivas, fueron acudiendo a sus respectivos CS para realizar los controles de sus patologías de base. Se añadieron también los domicilios de los pacientes incluidos en el programa de atención domiciliaria, que no se habían podido realizar en las correctas condiciones, debido al estado de alarma, que ha supuesto una reorganización del trabajo en los EAP, de cara a la contención y control de la pandemia.
Además hay que destacar el aumento progresivo de las urgencias, y las demandas presenciales debido al efecto de las desescaladas de las sucesivas olas, permitiendo una mayor libertad de desplazamiento de los usuarios a sus respectivos centros de salud y áreas básicas.
Todo ello, sumado a los cupos cada vez más saturados (con más de 1.800 tarjetas en Mallorca , más 2000 tarjetas sanitarias por MAP en la mayoría de centros de salud de Ibiza , concretamente los 10 MAP adscritos al CS presentan una media de casi 2100 tarjetas sanitarias), al grado de dispersión geográfica de la población de la Zona de salud de Sta Eulària des Riu (G3) , a la incorporación de nuevas tareas en los equipos de AP (detección y seguimiento casos Covid-19), y el aumento esperable de población en los meses estivales (hay que considerar que a partir de la temporada turística se abren gran parte de hoteles, y se produce un incremento del número de vuelos nacionales e internacionales, así como el incremento del número de embarcaciones, cruceros… ), el disfrute de las vacaciones del personal sanitario en un periodo más reducido, hace insostenible el desempeño de nuestras funciones, produciéndose un deterioro importante de la calidad asistencial.
Por este motivo manifestamos que es fundamental, en todos los centros de salud baleáricos y más específicamente en Ibiza:
- Una cobertura sanitaria de las urgencias durante las 24h, permitiendo por parte de los MAP el desempeño de sus funciones con una correcta asistencia a los pacientes crónicos, domicilios y resto de usuarios del CS, mejorando la calidad asistencial.
- Cobertura de los usuarios desplazados de forma temporal desde otras CCAA u otros lugares, para pasar sus vacaciones o para desempeñar otras actividades, durante la época estival
- Dotar a los EAP del personal necesario para cubrir los periodos vacacionales.
- Dotar a las UVACs del personal necesario (médic@ y enfermer@ para la realizacion de detección, toma de muestras, notificación y seguimiento de los pacientes COVID-19.
Este escrito fue realizado en junio del 2020, por los médicos del centro de salut de Santa Eulària de Ibiza pero sigue teniendo la misma vigencia y retrata la misma realidad, ante el nihilismo de la administración.
A día de hoy las demandas de estos médicos no han sido resueltas por la administración, las victimas: los pacientes y los profesionales que ya muestran un burnout galopante.
Asistimos hoy a la quiebra galopante de la relación y del vínculo médico-paciente , base del quehacer asistencial, ante el silencio y la pasividad de muchas organizaciones sanitarias.
No somos héroes pero no seguiremos en el silencio callado y cómplice, ante esta dramática situación.
Mi agradecimiento y mi memoria a nuestros magníficos y excelentes médicos de la Atención Primaria.
Nunca tantos debieron tanto a tan pocos.
Ya saben en derrota transitoria pero nunca en doma.