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Los Guardias civiles reclaman 314 efectivos más en Balears

La asociación Jucil advierte que las zonas rurales del archipiélago quedarán desprotegidas

Faltan efectivos.
Faltan efectivos.
La Guardia Civil reclama más miembros para cubrir las funciones encomendadas.

Faltan 314 guardias civiles en Balears. Así lo apunta en un comunicado la Asociación Profesional Justicia para la Guardia Civil, JUCIL, que se incorporó como mayoritaria en  el Consejo de la Guardia Civil constituido en noviembre pasado .

El porcentaje de plantilla vacante en Baleares es del 5,1% del total previsto, uno de los más bajos del  conjunto de España. Sin embargo, las especiales condiciones y características geográficas de esta  comunidad autónoma, de forma más específica su insularidad, impone unas específicas exigencias  para el cumplimiento de los servicios asignados a la Guardia Civil.  

Para JUCIL es imprescindible que la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, refuerce las  plantillas, adaptándolas a las singularidades de la España vaciada. “Por ejemplo, ¿cómo se actúa en el  medio rural ante un caso de violencia de género?, -se ha preguntado el secretario general de JUCIL- ,  “¿qué acciones de prevención y de respuesta se pueden poner en marcha ante la falta de efectivos?  La Guardia Civil es responsable de la seguridad de miles de municipios en un entorno caracterizado  por el envejecimiento y por la despoblación” ha recordado el secretario general de Jucil, Ernesto Vilariño.  

Él mismo ha avanzado que propondrán un estudio que contemple la reestructuración del  despliegue territorial de la Guardia Civil a través de un modelo más eficiente, pensado en la  idoneidad de contar con puestos en cada cabecera de comarca, con servicio las 24 horas al día.

Suicidios

otro aspecto en el que se quiere incidir es en la alta tasa de miembros de la Benemérita que se quitan la vida. La primera reunión del año en el Consejo de la Guardia Civil la afrontará JUCIL con una petición para  que de manera urgente se despliegue en la plantilla un Plan de prevención de suicidios que acabe con  una sangría que a lo largo del año se llevó a 17 compañeros. “Una cifra dramática. Debe aplicarse con  urgencia un cambio de actitud que ayude de manera eficiente y efectiva a los afectados a salir de esta  situación” ha explicado Viñariño. “Las medidas adoptadas han demostrado que no son suficientes  para impedir que haya compañeros que no vean más futuro. Hay que modificar los protocolos,  facilitar la instalación de armeros en las dependencias y ofrecer ayuda a quienes la necesitan. En esta  familia nadie lucha solo y nadie debe sentirse tan abandonado como para no encontrar una solución  mejor a la que tristemente terminan por tomar”, ha dicho el secretario general.


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