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El uso de las pantallas y móviles: efectos sobre la salud de los más pequeños

La OMS fija unas normas a seguir

Todos lo usan.
Todos lo usan.
La gran mayoría de niños usa algún tipo de dispositivo electrónico y por ello es necesario marcar pautas para su buen uso. (Foto: ISTOCK)

No se puede negar que los niños están completamente inmersos y adaptados a las nuevas tecnologías desde edades cada vez más tempranas, El uso de los móviles y tabletas se ha hecho casi imprescindible para ellos y han ido sustituyendo muchos ratos en los que mantenían relaciones sociales con familiares y amigos por el uso de estos dispositivos.

Pero este uso no sólo afecta a las relaciones sino también a la salud de los más pequeños. Según los expertos, los riesgos asociados al uso abusivo de estos aparatos electrónicos están más que demostrados y suelen referirse a retrasos cognitivos, retrasos en el lenguaje y una menor actividad física, lo que conlleva a su vez más obesidad y riesgos de enfermedades cardiovasculares.

Sin embargo, también afecta al sueño (tanto a la cantidad como a la cantidad del mismo), y a la salud ocular, habiéndose incrementado los casos de miopía en casi un 70% en los últimos sesenta años en la mayoría de los países desarrollados.

Por eso se insiste desde las instituciones en un buen uso de las pantallas, y organismos como la OMS (Organización Mundial de la Salud), ha editado unas guías para padres y especialistas con diferentes recomendaciones en función de la edad de cada niño.

Entre ellas, estaría el tiempo recomendado de utilización que sería aproximadamente:

– De 0 a 3 años, nada

– de 3 a 7, media hora al día

– de 7 a 12, una hora al día

– de 12 a 15, una hora y media

– mayores de 15, unas dos horas diarias

Además, establece otros criterios como:

Se aconseja retirar la vista cada 20 minutos para observar objetos que estén situados al menos a 6 metros de distancia durante unos 20 segundos.

Apagar los aparatos electrónicos cuando no se estén utilizando.

No utilizar estos aparatos en la hora anterior a acostarse.

Usar controles parentales.

Utilizar aplicaciones que controlen el tiempo en el que los niños utilicen el móvil.

Programar actividades al aire libre siempre que sea posible.

Dar ejemplo.

 

.- Este es un artículo de Eva Remolina y AMIC para Menorcaaldia.com


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