Era febrero de 2020 y la víctima tenía 13 años cuando junto al agresor y dos amigos más se trasladaron a una playa de Menorca donde este, a pesar de las negativas de la niña, la agredió sexualmente.
El joven, de 24 años, ha reconocido los hechos y esta mañana ha pactado con la Fiscalía una condena de un año de prisión por abusos sexuales, se le pedían cuatro años, una orden de alejamiento de 100 metros y no podrá comunicarse de ninguna manera con la víctima a la que ha indemnizado con 500 euros.
Este acuerdo permite al joven evitar el juicio y el Tribunal ha aceptado suspender la pena de cárcel por lo que el agresor no entrará en prisión.