¿Qué le parece que el Gobierno haya fijado en 2,94 euros el precio máximo de los test de antígenos?
Como ya ocurrió con el precio de las mascarillas, los farmacéuticos somos los primeros que pedimos la limitación de los precios para evitar la especulación por parte de fabricantes y otros agentes ajenos al sector farmacéutico. Por ello, aunque el precio fijado conllevará que la mayoría de las farmacias dispensen en este momento los test por debajo del precio de adquisición, los farmacéuticos siempre hemos puesto por delante la salud de los pacientes, por lo que apoyamos esta medida en favor de la ciudadanía.
En los inicios de la pandemia hubo dificultades para conseguir mascarillas o hidrogel. ¿Ha habido ahora una situación parecida?
Ha habido problemas de stock de test de antígenos debido a la alta demanda en momentos puntuales, pero la situación no es comparable. Desde el primer momento en que se decretó el estado de alarma, las farmacias comunitarias tuvimos que adaptarnos a una situación que nadie había vivido. Fueron momentos de incertidumbre y nervios, aunque las farmacias nos adaptamos en tiempo récord para poder seguir atendiendo, a pesar de las dificultades de esos momentos para encontrar productos que tuvieron una demanda mundial tan elevada.
¿Y ahora?
Actualmente, el suministro está asegurado y también lo están las vías de acceso a los productos sanitarios, así como la regulación por parte de las administraciones, que nos permiten tener un margen de maniobra mayor que al principio de la pandemia.
“Se ha incrementado en cerca de un 5 por cien el uso de medicamentos para patologías como ansiedad, depresión o trastornos del sueño”
¿Las farmacias cobrarán al usuario por comunicar un positivo y tramitar bajas laborales?
Estamos pendientes de cerrar con el Servei de Salut el protocolo de actuación para comunicar los positivos y aún está por determinar si este servicio será remunerado, pero en principio el usuario no pagará nada por la tramitación. Hay que determinar con la Administración el tema del material sanitario que se utilice en cada toma, los equipos de protección individual y el resto de material y desinfección que el farmacéutico tendrá que utilizar cada vez que se realice una prueba, pero esto no repercutirá sobre el usuario.
Ah, de acuerdo…
De todas formas, pensamos que será una medida que contribuirá mucho a descongestionar la Atención Primaria y facilitará los trámites y gestiones burocráticas de los pacientes que den positivo por coronavirus.
Con la pandemia, ¿la labor de asesorar y aconsejar por parte del farmacéutico se ha incrementado?
Desde el primer momento de la pandemia, los farmacéuticos nos pusimos en primera línea en la lucha contra el coronavirus. Los ciudadanos tenían muchas dificultades para
acceder a su centro de salud y en la farmacia encontraron asesoramiento sanitario en un momento muy delicado. No era una novedad la accesibilidad y proximidad de las farmacias, sino el momento tan extraño y delicado que pasamos, donde teníamos que calmar a la gente y explicarles todo lo que se sabía en esos momentos tan complejos.
¿Cómo cree que valoraron los ciudadanos ese esfuerzo?
Pienso que los ciudadanos han valorado muy positivamente nuestra actuación desde el inicio de la pandemia. De hecho, según un estudio de GAD3 realizado después del
estado de alarma, además de cuantificar en 30 millones el número de personas que recurrieron a los servicios de la red de farmacias durante el primer mes de confinamiento, se certificó el gran nivel de confianza de la sociedad española hacia los farmacéuticos —98 por cien—, junto con la calidad en la atención recibida —94 por cien—.
“Afortunadamente, en Baleares no hemos tenido que lamentar ningún fallecimiento por Covid 19 entre el colectivo farmacéutico”
¿En el colectivo farmacéutico ha habido muertes por Covid 19, al estar continuamente expuestos?
Afortunadamente, en Baleares no hemos tenido que lamentar ningún fallecimiento por Covid 19, aunque a nivel nacional más de una veintena de compañeros han fallecido por el virus. En nuestra Comunidad hemos hecho grandes esfuerzos para que las farmacias fueran un espacio seguro. En ese sentido, no se ha tenido que cerrar ninguna farmacia por contagios, ya que las farmacias con algún empleado afectado se han organizado para distribuir eficazmente los turnos de los farmacéuticos y minimizar los contactos. En definitiva, las medidas que se han llevado a cabo en cuanto a desinfección, protección y distanciamiento han dado sus frutos.
¿Se han sentido respaldados y apoyados por el Govern en estos dos últimos años?
Durante los momentos más críticos de la pandemia conseguimos que se pudieran renovar automáticamente las medicaciones de crónicos y gente más vulnerable, además de otras iniciativas que han resultado fundamentales para que ningún ciudadano se quedase sin su medicación ni atención farmacéutica. Posteriormente, hemos podido ir sumando acciones como la venta de test de antígenos o la inminente comunicación y validación de positivos, aunque pienso que la Administración puede y debe confiar mucho más en nosotros y en nuestras funciones.
¿En qué sentido?
Durante la pandemia se ha vuelto a ver la eficacia de la red de farmacias y la profesionalidad, compromiso y valor del profesional sanitario. Hemos demostrado que no es una situación aislada debido a la pandemia, sino que estamos preparados para asumir mucho más peso en el Sistema Nacional de Salud. No es algo que venga de ahora, pero quizá haya llegado el momento de concretarlo con más servicios asistenciales ofrecidos por las farmacias.
¿Por ejemplo?
No se trata sólo de implementar más servicios para ayudar en la lucha contra la pandemia, sino de potenciar todos los servicios sanitarios que se ofrezcan desde las farmacias, en coordinación con la Administración y dentro de una cartera de servicios asistenciales mucho más integrada en el Sistema Nacional de Salud.
“Existe cierta presión hacia el farmacéutico de pacientes que demandan antibióticos sin receta, aunque dejamos claro que eso no es posible”
¿Desde el inicio de la pandemia se ha incrementado el consumo de ansiolíticos y antidepresivos?
Efectivamente, desde el inicio de la pandemia calculamos que se ha incrementado en cerca de un 5 por cien el uso de medicamentos para el sistema nervioso, para patologías como ansiedad, depresión o trastornos del sueño, lo que refleja el impacto que tiene la crisis sanitaria y económica para las familias. Durante el primer confinamiento se llegó incluso a aumentos de entre un 10 por cien y un 15 por cien, reflejo del impacto emocional que tuvo la Covid 19, tanto en la población general, como en los pacientes afectados o en los propios profesionales sanitarios.
Son unos porcentajes muy significativos…
Por ello es necesario que tengamos muy presente la salud mental, hasta hace muy poco considerada un estigma social, percepción que debemos desterrar para siempre. De hecho, actualmente los farmacéuticos participamos en una campaña para recordar a los ciudadanos la importancia de la adherencia a los tratamientos con antidepresivos y la importancia de velar por la salud mental.
¿En 2021 las farmacias de Baleares facturaron más que en 2020?
Sí, la facturación de recetas en 2021 se incrementó cerca de un 5 por cien con respecto a 2020, al igual que los precintos dispensados.
¿Todavía hoy hay posibles clientes que quieren comprar antibióticos sin receta?
Existe cierta presión hacia el farmacéutico de pacientes que demandan antibióticos sin receta, aunque dejamos claro que eso no es posible y explicamos el problema de salud pública que supone el uso no racional de antibióticos y las resistencias que se pueden crear debido a ello.
Es así, sí…
El médico es quien debe diagnosticar si existe infección bacteriana o si se sufre otro tipo de infección —virus, hongos, etcétera—. En caso de infección bacteriana, el médico decidirá cuál es el antibiótico más adecuado y cuánto tiempo debe tomarse. Además, para evitar que aparezcan resistencias, los antibióticos deben tomarse durante los días y horas prescritas hasta completar el tratamiento hasta el final, a pesar de haber mejorado antes, con el fin de que la infección quede completamente eliminada y para prevenir así la aparición de resistencias.
“Los farmacéuticos siempre hemos puesto por delante la salud de los pacientes”
¿La automedicación sigue siendo un problema en nuestro país?
Al igual que con el tema del uso racional de los antibióticos, desde el COFIB detectamos que la educación sanitaria es necesaria entre los pacientes, especialmente en medicamentos que son de consulta habitual como los analgésicos, sobre todo el ibuprofeno o el paracetamol.
¿Qué pueden hacer los farmacéuticos para intentar reconducir esa situación?
Hemos realizado campañas al respecto e insistimos en que en analgésicos como los citados, mayor dosis no significa mayor efecto terapéutico; en cambio, sí puede incrementar la probabilidad de aparición de efectos adversos. Igualmente, hemos informado de los peligros que entraña la automedicación, siempre que ésta no sea responsable y bajo la supervisión del farmacéutico. Por ello, insistimos en que ante cualquier duda se consulte con el farmacéutico, quien asesorará adecuadamente al paciente o le dirigirá al médico en caso de que necesite diagnóstico o receta médica.
¿El hecho de vivir en una isla dificulta, de algún modo, la recepción de medicamentos?
Afortunadamente, el sector de la distribución farmacéutica en nuestra Comunidad funciona perfectamente y ha permitido superar la problemática que años atrás suponía la insularidad. Es cierto que la insularidad, la doble insularidad en el caso de Menorca y las Pitiüses, afecta en otros ámbitos, pero no es relevante generalmente en cuanto a la distribución farmacéutica, que hace grandes esfuerzos para asegurar el servicio a las farmacias. La prueba es que si la farmacia no tiene un producto en stock, en unas horas, máximo al día siguiente, lo suele tener, a no ser que el producto tenga problemas de stock, que en este caso son a nivel nacional.
¿Cuáles son los principales objetivos de su labor como presidente del COFIB en el actual mandato?
Los objetivos que siempre me he marcado durante los años que he presidido el COFIB se pueden resumir en cuatro pilares fundamentales, que son el servicio al colegiado, la formación, la información y el código deontológico.
¿Ha habido algún cambio en estos años?
Este programa ha evolucionado con el paso de las legislaturas, centrándonos ahora tanto en modernizar la institución colegial como en adaptarnos a los nuevos tiempos y tecnologías que implican la actualidad sanitaria y social existente. Entre las cuestiones que surgieron de las últimas elecciones que se realizaron destacó ante todo la necesidad de dar un nuevo impulso en la digitalización de nuestro sector, principalmente la innovación asistencial, para cumplir con las expectativas que la sociedad actual tiene de los profesionales farmacéuticos.
.- Este es un artículo de Josep Maria Aguiló y Mallorcadiario.com para Menorcaaldia.com