Queridos fieles de Menorca:
Como sabéis, la semana pasada estuve en Roma, acompañado del vicario general, realizando la visita “ad limina”, que es una importante praxis de la Iglesia. Desde muy antiguo existe la costumbre de que los obispos visiten regularmente los sepulcros de los apóstoles Pedro y Pablo y que tengan un encuentro con el obispo de Roma, que es el sucesor de Pedro. Así lo he realizado junto a los obispos de las provincias eclesiásticas de Valencia, Tarragona y Barcelona. He acudido como cabeza de nuestra Iglesia de Menorca, aunque era inevitable advertir que esta representación era transitoria, puesto que he sido elegido para ocupar la sede de Solsona.
Los aspectos importantes dentro de la visita “ad limina” son tres. El primero es la visita a las Basílicas mayores de Roma. Cada mañana hemos celebrado la Eucaristía en alguna de estas Basílicas, orando por nuestras diócesis y por toda la Iglesia. Es particularmente emotivo celebrar la Misa junto con los hermanos obispos ante la tumba de los Apóstoles y hacer allí profesión de fe. También es significativo celebrar en la Catedral de Roma, conocida como “san Juan de Letrán”, y en la Basílica de Santa María la Mayor.
El segundo aspecto importante ha sido el encuentro con las congregaciones de la curia romana, que ayudan al Papa en el gobierno de la Iglesia. Hemos sido recibidos con toda cordialidad por los cardenales y prefectos de los diversos organismos. Con ellos hemos compartido las preocupaciones de nuestras iglesias y también nuestros proyectos y líneas de trabajo. Hay tres cuestiones que han estado constantemente presentes en estas conversaciones. La primera es la descristianización de Europa y, de modo particular, de España. El descenso de práctica religiosa y el abandono de muchos cristianos es un tema que aparecía en los informes que preparamos para la visita y que preocupa a toda la Iglesia. La segunda cuestión es la necesidad de trabajar juntos, abriendo nuestra Iglesia a la participación de todos, especialmente de los laicos. Esto es lo que pretende impulsar el Sínodo de los obispos, que estamos celebrando en su fase diocesana. Si lo tomamos en serio, será necesario cambiar el modelo de Iglesia (demasiado centrado en los ministros ordenados) para dar paso a una Iglesia sinodal, en la que caminamos juntos los ministros ordenados, los consagrados y los laicos. La última cuestión se refiere a las personas. Hemos hablado sobre los sacerdotes y la necesidad de que el obispo esté muy cerca de ellos; también sobre los religiosos y los caminos para reforzar la comunión con el obispo; pero, sobre todo, hemos hablado sobre los laicos y su necesaria implicación en la misión de anunciar el Evangelio. La familia, los jóvenes y la responsabilidad de la mujer en la Iglesia son algunas de las cuestiones importantes que hemos tratado durante esta semana.
El momento culminante de la visita fue el encuentro con el Santo Padre. Este es el tercer aspecto de la visita y puedo decir que quedé impresionado por la cercanía y cordialidad del Papa, por la sinceridad y naturalidad con la que contestaba a nuestras preguntas y por su preocupación por nosotros y por nuestras iglesias. En el saludo personal previo al encuentro recibí preciosas palabras de aliento para mi futura misión en Solsona. Después estuvimos dos horas y media planteándole preguntas y escuchando sus iluminadoras palabras. Puedo decir que salí de este encuentro confortado y animado. Realmente valió la pena el esfuerzo de viajar a Roma en estos tiempos de Covid y, a pesar de todas las dificultades y restricciones, realizar esta visita.
Os agradezco mucho vuestra oración por el fruto de la visita “ad limina” y os pido que no dejemos nunca de orar por la Iglesia y, de manera especial, por el Papa, obispo de la Iglesia que “preside en la caridad”, según expresión de San Ignacio de Antioquía.
Con el saludo y bendición de vuestro hermano, Francesc Conesa Ferrer, obispo electo de Solsona y administrador diocesano de Menorca
… no te voy a contestar como creyente, pues no lo soy, soy ateo, no creo en paparruchas… Sé que los dioses no existen, salvo como fenómeno cultural y reclamo económico, eso es todo… tú nos cuentas muy ufano tu viaje a vuestro DisneyWorld particular, en la ciudad estado del Vaticano, ese estado talibán que sigue con su anacronismo medieval ahí en el centro de nuestra Europa ilustrada… y está muy bien, nos has hecho un pase de fotos de viaje muy certero y te lo agradezco, PERO eso de conspirar con unos datos recabados a la manera de un expediente de los servicios secretos, en los que alertan de la mundanización de la sociedad, como si fuese algo malo, pues está muy feo, y a fe mía que lo es, pero para vosotros… la gente ya no traga con los ojos cerrados, y las religiones irán desapareciendo paulatinamente, espero que en este siglo de las nuevas luces, el de internet… pensabais que sería una nueva herramienta apologética, y os ha estallado en las narices, pues a más información, menos engañados… El papa parece una persona bonachona, estuve cerca de él una vez pero tenía prisa, al menos no le molesté mucho, no como otros… no os dijo que no quería que le llevarais obsequios? pues hala, la pose por encima de su voluntad, pobre hombre… Por último, la mención a la desesperada que hacéis sobre los laicos, jóvenes y mujeres, para quemar los últimos cartuchos tras intentar pescar vocaciones en países lejanos, como que no: los españoles laicos son apateístas, o si lo prefieres, católicos de boquilla, como quien se dice de un club de fútbol pero no ejerce de hincha numerario… con ese engaño os hacéis de oro -todavía, pero no tardará en cambiar-, lo mismo con los jóvenes, más preparados que sus ancestros y con las ideas más claras… en cuanto a las mujeres en la iglesia, supongo que es un chiste, así que no lo voy a comentar… no conozco tu labor en la isla, sólo se conocen flecos que se han ido filtrando, el pelotazo de la hospedería en el Toro con los millones del OAR, la catequista molesta por discriminarla por su amor, el sacerdote que confundió la iglesia con un trampolín para medrar, etc… pero te deseo lo mejor en Solsona, a ver si se les pasa el mal sabor de boca de la cazadora de hombres que escribe novelas satánico eróticas, sabemos que lo harás muy bien, sea lo que sea que hacéis los que habéis estudiado tan aplicadamente esa cosa rara que llamáis teología, como si fuera una disciplina seria… Un saludo… CODA: por cierto, te agradezco que aparezcas en este medio digital, porque en el otro, el que depende de vosotros, el censor que tenéis en nómina me censura demasiado regularmente y no te podría haber deseado buena travesía… Suerte..
Carta a los Fieles “cándidos” sea la palabra no dicha por un Pastor que no huele a oveja…Quin alè d’Adéus.