España es un país con una elevada esperanza de vida. No obstante, este aumento de la longevidad no siempre está asociado a una buena calidad de vida y bienestar. Cualquiera que sea la causa, para vivir más y mejor, es fundamental cuidar de la salud antes de que aparezcan las enfermedades, la prevención es la mejor forma de evitarlas.
La calidad de vida está inevitablemente unida a un buen estado físico y mental. Tratar un tema tan importante como es el cuidado de la salud supone dejar claros algunos conceptos básicos. Cabe preguntarse, como punto de partida, ¿qué es la salud?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como un estado completo de bienestar físico, mental y social, por lo que no consiste simplemente en la ausencia de enfermedades.
Tal y como afirmaba A. Schopenhauer, La salud no lo es todo, pero sin ella, todo lo demás es nada. Por este motivo, al ser el bien personal más preciado que se posee, es esencial su cuidado. Las labores de prevención se tornan igualmente fundamentales, por lo que hay tomar las medidas que sean necesarias antes de que sea demasiado tarde y hayan aparecido las enfermedades o estas avancen sin remisión.
Cuidados básicos de la salud
Tener un buen estado de salud está relacionado con muchos factores. Hay componentes genéticos que son hereditarios y otros directamente relacionados con el estilo de vida que se lleve. Son en estos últimos casos los modificables siempre y cuando se adopten consejos como los que se señalan a continuación.
Dieta equilibrada
Somos lo que comemos es una dicho popular que define perfectamente este punto de los cuidados de la salud. Mantener una dieta equilibrada es clave para mantenerse sano. Hay que evitar productos procesados, con altos contenido en azúcar refinado, las grasas saturadas y las grasas trans. Se debe apostar por la ingesta de proteínas (pescados, carnes, huevos), grasas saludables (aceite de oliva, preferiblemente), hidratos de carbono (pasta, pan y cereales integrales). Así mismo, no pueden faltar las 5 raciones al día de frutas y verduras frescas y las legumbres, al menos dos veces por semana.
Cabe recordar que igual de importante es controlar la ingesta de alimentos saludables como la cantidad, consumiendo solo los que el cuerpo necesite en función a su gasto calórico.
Práctica de ejercicio regular
El ejercicio moderado practicado con regularidad es otra acción esencial para mantener el cuerpo en forma y alejar posibles enfermedades. Fortalece el corazón, mejora la circulación y ayuda a eliminar toxinas, entre otros beneficios. La OMS recomienda 30 minutos diarios de ejercicio para evitar problemas de salud, como mínimo. No obstante, habrá que adaptar la práctica a la edad y forma física de cada individuo. En cualquier caso, mantenerse activo es lo esencial, pues como ejercicio físico también cuenta subir por las escaleras o caminar en vez de coger el coche o cualquier otro medio de transporte.
Revisiones médicas
Las revisiones médicas periódicas son la mejor forma de vigilar el estado de salud y poder conocer cualquier tipo de enfermedad en estados tempranos, cuando aún no han dado la cara. En este sentido, no hay nada mejor que recibir atención sanitaria desde sus comienzos. Por este motivo, los expertos del hospital en Mallorca Parque Llevant recomiendan hacer chequeos rutinarios al menos una vez al año pasados los 40 años.
Higiene
Cuando se haba de higiene, no solo se hace referencia al lavado de manos, mantener una buena higiene bucal… También existe otro tipo de cuidados relacionados de vital importancia a la que se le presta mucha menos atención. Se trata, por ejemplo, de la higiene postural. Hay que prestar especial atención al modo de sentarse, la forma de levantar peso… Es necesario utilizar una buena almohada y un buen colchón para mantener saludables los huesos y los músculos.
Evitar el consumo de sustancias tóxicas
Aunque pueda parecer una obviedad, no está de más recordar que hay una serie de hábitos muy poco saludables, pero que aun así mantiene buena parte de la población. Con sustancias tóxicas se quiere hacer referencia al consumo de tabaco, alcohol o cualquier otro tipo de droga.
Tener un buen ambiente alrededor y buscar momentos para la relajación
Crear un buen entorno se consigue fomentando las relaciones personales sanas, evitando aquellas consideradas tóxicas que hacen sentirse mal creando angustia y momentos incómodos. Así mismo, el estrés es uno de los grandes males que sufre la población occidental y causante de numerosas enfermedades.
Se hace necesario disponer de tiempo para la relajación, para encontrarse con uno mismo, disfrutando de paz y armonía. Dar paseos al aire libre ayuda a la desconexión al tiempo que favorece una buena salud pues los rayos del sol contribuyen con el bienestar.
Ejercitar la mente
Al igual que el cuerpo, la mente necesita ejercitarse y mantenerse ocupada. La lectura, los crucigramas o los ejercicios de memoria son buenos a cualquier edad y mantienen el cerebro despierto, activo y en buena forma.
Asegurar el buen descanso
El descanso es totalmente necesario, tanto para el cerebro como para el sistema nervioso, y esto se consigue a través del sueño. Dormir lo suficiente, un mínimo de 7 u 8 horas al día, es fundamental no solo para mantenerse a pleno rendimiento, sino para conservar la salud a largo plazo.