Desde su creación, el grupo de Cefalea y Dolor Neurológico del hospital Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR) ja estado investigando las migrañas. Identificar mejor qué las provoca, cómo actúa en nuestro cuerpo y conseguir avanzarse a su aparición han sido algunos de los objetivos de este equipo que ha publicado los resultados de sus más recientes estudios. Algunas de las novedades que destacan es que han conseguido medir los niveles de la proteína CGRP en saliva durante los ataques de migraña. Al hacerlo ha podido determinar que existen dos tipos de ataque de migraña; los que aumentan estos niveles y los que no.
Con este paso se va a poder establecer un tratamiento más personalizado a cada paciente en función de lo que marque la proteína CGRP.
El estudio se realizó a lo largo de un mes en el que analizaron los cambios de proteína de 22 mujeres con migraña esporádica y 22 sin dolor de cabeza, de entre 18 y 65 años. Durante el primer día se recogió una muestra de sangre a cada una de ellas, el resto del mes se basaría en pruebas de saliva cada mañana. Sin embargo, a lo largo del estudio también tomaron otras muestras suplementarias; aquellas que coincidieran con el inicio de un ataque de migraña, dos horas después y ocho horas después. Al final de la investigación, se pudieron estudiar un total de 49 ataques de migraña.
Con los datos recogidos en la mano, observaron que los niveles de la proteína eran casi el doble en las personas con migraña.
Por otro lado, se centraron en los cambios en los niveles de CGRP en una misma persona durante los ataques de migraña. Esto lleva a pensar a los investigadores que las muestras de saliva para la detección de esta proteína podría ser un biomarcador molecular para monitorizar la migraña.
En un futuro cercano se podrá identificar y administrar el fármaco más adecuado para evitar el desarrollo de la migraña en un tiempo mucho más breve.