Si buscamos “Menorca” en internet tenemos más de 40 millones de resultados en Google. “New York” tiene 5.140 millones a modo de comparación. Tener más resultados en un buscador no es garantía de que sea un destino turístico más exitoso pero tener o no tener presencia en la red es tan importante hoy para ser “visible” como para sestear un poco qué peso relativo tiene nuestra isla en el mundo virtual. Los turistas, en su mayoría, hoy deciden el destino de sus vacaciones por una buena experiencia anterior o, por la información que tienen de ese destino.
El segundo buscador en importancia, Bing, tiene algo más de 5 millones de resultados y Baidu destaca desde la red china poco más de 835.000 resultados sobre nuestra isla. La distancia con Google por término de resultados es abismal. Pero de Menorca hay aún mucha información inédita en la red.
Este fin de semana la Viquimarató que se desarrolla en el Museu de Menorca con el impulso del IME y del marco de la celebración del Dia Internacional de la Mujer ha puesto en evidencia, no solo que hay cierta invisibilidad por las grandes mujeres de nuestra sociedad, si no que, en general, hay una importante falta de contenidos digitalizados en la red sobre Menorca, su condición, historia y nombres relevantes.
Que una persona fuera relevante a nivel social se demostraba (al menos antes) con su nombre estampado en la denominación de una calle o una plaza o que el ayuntamiento de su localidad le hiciera hijo ilustre.
Miremos el caso del empresario Santiago Pons Quintana. El Ajuntament d’Alaior está a punto de hacerlo personaje ilustre de la población pero no hay rastro de su perfil biográfico en Wikipedia. Al menos hasta el momento.
Ahora si no estás en Wikipedia es como que no existes o no has existido. En la enciclopedia digital, el primer apunte que consta sobre Menorca (en versión española) fue una traducción literal que hizo el 5 de abril de 2004 un tal Sabbut, que empezó a escribir artículos el año 2003 y que se convirtió en administrador casi por casualidad. Desde aquel primer apunte y hasta el día de hoy se han hecho algo más de un millar de aportaciones, comentarios, discusiones. Esa es la magia colaborativa de la enciclopedia por internet, que permite que cualquier persona pueda ayudar a mejorarla.