Cruz Roja Es Castell ha rendido homenaje a las personas socias más antiguas de la localidad, en el transcurso de una jornada de puertas abiertas para dar a conocer el trabajo que se lleva a cabo en el nuevo local ubicado en el calle Gran 43, que se estrenó hace poco más de un año en plena pandemia.
Christian Mery Brooker, Esther Florit Seguí, Marieta Oudret y Antonia Portella Ballester recogieron la insignia de la entidad, una taula menorquina que simboliza la gratitud y el reconocimiento.
Artur Bagur, presidente de Cruz Roja Maó, destacó la figura de las socias, en este caso todas mujeres: “una aportación que, ahora más que nunca, es vital para ayudar a las personas más vulnerables. Gracias a su colaboración fiel, podemos responder a quienes más lo necesitan: repartiendo alimentos, apoyando en la búsqueda de empleo, desarrollando proyectos para las personas mayores, etc… y eso también nos anima a seguir trabajando para luchar en contra de la pobreza y la desigualdad.”
La anterior oficina de Cruz Roja Es Castell se había quedado pequeña y desbordada, tanto por la logística de productos de primera necesidad que se reparten a familias como por el número de personas que participan en los talleres y actividades que se llevan a cabo. El horario de atención al público es martes, miércoles y jueves de 9 a 13 horas y viernes tarde de 16 a 18 horas.
El Ayuntamiento de Es Castell revisó el año pasado el convenio de colaboración, y aumentó la aportación hasta 24.000 euros que se han destinado a la prestación de servicios como la comida a domicilio, el transporte adaptado para personas con movilidad reducida, la cobertura de necesidades básicas y la atención a personas mayores del municipio.
Joana Escandell, alcaldesa de Es Castell, puso en valor el trabajo de Cruz Roja, “queremos destacar la tarea imprescindible que llevan a cabo los voluntarios y voluntarias, que han atendido a un número creciente de familias a través del Banco de Alimentos, y han realizado en los talleres por a personas mayores, que el nuevo local permite desarrollar con mayor comodidad”.
Cruz Roja de Es Castell cuenta actualmente con 312 socios que con sus cuotas colaboran en el mantenimiento de los diferentes programas que se llevan a cabo.
Aparte de los socios, también hay personas que se dedican a hacer voluntariado. En concreto, 10 personas voluntarias están vinculadas de forma fija al programa Despensa de Alimentos. También los talleres de estimulación cognitiva para personas mayores cuentan con la colaboración de 4 voluntarios.
… BRAVO, tenemos la suerte de tener a una entidad internacional de ayuda al necesitado, a la que el municipio ayuda con fondos y también la implicación de varios vecinos y vecinas, que ayuda por ayudar, NO a cambio de aprovecharse de ello como hacen otras, que hacen proselitismo religioso y además se hacen la foto para hacer publicidad de su secta ante la sociedad… la Cruz Roja no es confesional, con eso se dice todo, BRAVO…