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“¿Los tanques rusos son más benévolos?”

Un artículo de Jaume Santacana

Vladimir Putin (Foto: PIXABAY)
Vladimir Putin (Foto: PIXABAY)

De entre todas las informaciones que nos llegan a través de los medios de comunicación acerca de la salvaje agresión bélica que Rusia está ejerciendo sobre Ucrania, hay una que hace referencia a las protestas que dicho suceso está provocando en el mundo occidental y, concretamente en en España. En la importancia que adquieren estas condenas ciudadanas hay algunos aspectos que no me cuadran; es más, que no las alcanzo a entender.

En el mes de marzo del 2003 se celebraron en Barcelona un par de gigantescas manifestaciones contra la invasión de Irak. En aquellos momentos, la Ciudad Condal lideraba las protestas contra la guerra en todo el mundo. Hoy, diecinueve años después, al presidente ruso Putin no le tiemblan las piernas por la reacción de la ciudadanía barcelonesa -española, en general- en sus calles. En primer lugar, hay que tener en cuenta que Putin fue entrenado por la KGB para evitar que, en ninguna situación, le temblara el pulso.

Siguiendo en la capital catalana, muy poca gente ha llenado plazas y calles manifestándose, hasta el momento, contra la invasión rusa. La exhibición popular más “multitudinaria” ha consistido en una concentración en la plaza de Catalunya, el pasado 3 de marzo, que tuvo una asistencia de 3.500 personas, un buen nombre de los cuales eran inmigrantes ucranianos. A esto se le llama, vulgarmente “pinchar” y habría que estudiar las razones para determinar que la actual guerra (con un “malo” muy definido) no merece la atención de sus detractores más acérrimos. ¿Son los tanques y los aviones rusos más benévolos? En Madrid, la concentración humana reunió, solo, a unas 40000 personas.

Da la impresión que la respuesta política es muy diferente, a la baja, de la que tuvo lugar durante la invasión de Irak. Parece que, esta vez, la izquierda no ha conseguido dibujar una línea unitaria a través de sindicatos y otras organizaciones civiles; como que a la izquierda les da pereza. No pasa lo mismo en otros países europeos, sobre todo con los que mantienen una relación de vecindad con Rusia, como los tres países bálticos, Polonia o la República Checa; ni en Escandinavia donde los gobiernos de Finlandia y Suecia se plantean ingresar en la OTAN. Tampoco es el caso de Alemania, ni en Francia o Italia país, éste último, expuesto a posibles represalias económicas por el masivo comercio de multitud de empresas con Rusia y por su dependencia del gas siberiano, nada menos que un 40%. En Florencia hubo, hace unos días, una masiva manifestación unitaria.

La invasión de Irak no tuvo, en 2003, consecuencias materiales inmediatas para la sociedad española; sí las tuvo, y graves, en una notable inflamación por parte del terrorismo islámico. Por el contrario, la invasión de Ucrania tendrá -ya está teniendo- efectos materiales colindantes. La electricidad, por ejemplo, es hoy un 80% más cara que hace un año; el gas butano, un 33%; las pastas alimenticias, un 19%. Son datos del Instituto Nacional de Estadística del pasado mes de febrero. Y, no lo olvidemos, la inflación está siendo, actualmente, de un 7’6%, la tasa más alta de los últimos 36 años.

Lo que, seguro, no debemos olvidar jamás, es que sin la intervención de los EEUU durante la Segunda Guerra Mundial, podría muy bien ser que, en estos momentos, todavía estuviéramos bajo la bota del sonado criminal Adolf Hitler. Aunque, también es cierto, que los EEUU tienen en su haber “errores” de alto calibre. Y, recordemos que Putin tiene ciertos aires de una paranoia más que demostrada.

¡No a la guerra, a todas las guerras!


Comment

  1. … he participado en la manifestación en contra de la guerra de Ucrania, como en su día lo hice contra la guerra de Irak, pero no tengo esa mala conciencia que tiene ud. por le “éxito” o no de la misma, de si “pincha” o no, pues si bien es cierto que la mani no es un fin en sí misma, pues pretende ser reivindicativa y visualizarse, su efecto real en las guerras es más bien poco, como tristemente vimos con el ninguneo de nuestros gobernantes al grito pacifista de 2003… PERO hay una diferencia fundamental, y es que en lo de Irak sí nos vimos involucrados, ahora en los libros de historia, nuestro país tiene una mancha bien gorda de que mandamos tropas, que mataron manifestantes, y que torturaron insurgentes… no queremos que un monstruo ataque, pero mucho menos SER ese monstruo, por eso el “no a la guerra” llevaba adscrito otro lema que no hay que olvidar = “no en mi nombre”, y por eso fueron tan masivas las manifestaciones entonces… y pese a eso el mamarracho que teníamos de presidente entonces hizo oídos sordos, pedazo de memo cabrón… Hoy en Ucrania es diferente, aunque el sufrimiento es igual de duro… NO A LAS GUERRAS, por supuesto… dicho lo cual, espero que uno d estos días alguien se atreva a montar un golpe de estado en Rusia, o cuanto menos incapacitar seriamente a su mesiánico y fanático religioso presidente Putin…

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