España es uno de los países europeos más generosos en cuanto a régimen fiscal en la I+D, con un 30% de generosidad media, una cifra que está incluso por encima de políticas fiscales, a priori, más favorables como Reino Unido ( 24%), Alemania (25%), Irlanda (25%), Italia (24%), Países Bajos (11,4%) o incluso EE.UU.; donde las deducciones fiscales relacionadas con la inversión en I+D de las pymes se sitúan en una media del 24%. Sin embargo, la complejidad del marco regulador, que no permite calificar los proyectos como I+D fácilmente, ya que requiere un alto criterio de novedad, y la complejidad de este proceso fruto de la alta exigencia y trabas por parte de administración, desincentiva la solicitud de las deducciones por I+D y otros incentivos fiscales a la Innovación.
Éstas son algunas de las conclusiones que lanza The Benchmark, un informe elaborado por Ayming, compañía internacional de consultoría especializada en la mejora del rendimiento empresarial presente en 15 países, que realiza una revisión anual independiente de los regímenes de incentivos a la I+D en 24 países, basándose en dos parámetros: la generosidad del régimen – cuyo valor monetario la empresa puede deducirse – y la facilidad de aplicación – nivel de dificultad para obtener el beneficio, lo que implica una inspección, etc. –
España permite recuperar hasta 59 céntimos por cada euro invertido en I+D
El régimen fiscal español en la Innovación permite que en cuanto a la deducción fiscal por I+D, una compañía pueda aplicarse deducciones fiscales de hasta el 59%, es decir, independientemente de su tipología, PYME o gran empresa.
Las deducciones fiscales por I+D+i aplicadas en España son comprobadas en los procesos de inspección por técnicos expertos de la Agencia Tributaria, requiriéndose, además, una justificación técnica y económica completa, en la que se exige un alto grado de novedad. Esto supone que los requisitos de los proyectos de I+D requieran un acompañamiento completo en todo el proceso, por contar con la máxima seguridad jurídica en su aplicación.
De esta forma, según el informe internacional The Benchmark 2022, España cuenta con un índice de generosidad medio elevado (30%) que se sitúa en línea con sus países vecinos e incluso más interesante para las grandes corporaciones, pero cuenta con una elevada dificultad de aplicación, lo que provoca que esté ubicada en la cola en materia de deducciones fiscales a la I+D.
Para Javier Saldaña, director de Innovación en Ayming en España “La I+D es una cuestión crucial para el desarrollo de las empresas de nuestro país, que han visto como durante los dos últimos años, los incesantes e inesperados eventos han retado a sus compañías a buscar constantemente incrementar su competitividad y posición en el mercado, consiguiéndolo a través de la Innovación. Los incentivos fiscales son primordiales para que las compañías puedan incorporar la I+D a sus planes estratégicos y por ello, los procesos para poder aprovechar estas herramientas fiscales deberían ser menos complejos en su aplicación.De cada 100 euros invertidos, 59 son potencialmente deducibles, se trata de una cantidad nada despreciable, pero para la que es crucial contar con un asesoramiento experto , de cara a buscar la máxima seguridad jurídica, en un régimen que plantea distintas etapas muy estrictas”.
Incentivos fiscales a la I+D de países vecinos
Tal y como recoge The Benchmark 2022, el sistema de incentivos fiscales español no contempla ventajas diferenciales para PYMES, puesto que el porcentaje de deducción establecido no tiene en cuenta este criterio. No es así en el caso de Francia, que aparte de presentar el mismo índice de generosidad (30%) -20% para el caso de las PYMES-, también ofrece una facilidad de aplicación baja: las compañías únicamente deben presentar una plantilla de justificación en la que se detalle la I+D que se lleva a cabo, además de realizar auditorías reguladoras para analizar los proyectos que se están desarrollando.
Uno de los países donde más se están aplicando los incentivos fiscales a la I+D es Reino Unido, incorporando regímenes cada vez más generosos. Con un índice de generosidad inferior al español (24,7%), ofrece una atractiva variedad de ventajas para las PYMES y grandes empresas. Aquellas PYMES que presenten beneficios podrían optar hasta un 230% de deducción de impuestos. Destaca, además, la agilidad de su tramitación, puesto que se marca un objetivo de entrega de la prestación de 28 días – posteriores a su solicitud – para las PYME y de máximo 6 meses para las grandes empresas .
Portugal es, entre los 24 países analizados, el que mayor índice de generosidad presenta, situándose en un 40%. El país luso también contempla desgravaciones para las PYME de nueva creación que no hayan completado los dos ejercicios fiscales, ofreciendo una tasa básica del 15%. Cabe mencionar que como presentan esta amplitud de beneficios el sistema está situado en un nivel medio de aplicación, lo que supone que cualquier solicitud deba presentarse ante la Agencia Nacional para cada reclamación, comportando períodos de casi un año. Además, se requieren conocimientos elevados en materia de regulación, ya que los créditos fiscales son muy exigentes y requieren justificaciones técnicas y financieras completas.
Países Bajos presenta un régimen diferencial y es que, pese a contar con un índice de generosidad bajo (11,4%), su facilidad de aplicación es medio y las compañías beneficiarias es muy probable que apenas se enfrenten a inspecciones o revisiones . El sistema de tramitaciones está completamente digitalizado y entre sus principales ventajas destaca la reducción de los costes de nómina asociados a los proyectos de I+D.
“Tal y como podemos observar existen distintos esquemas para beneficiar a todas aquellas empresas que apuesten por la I+D y distintos métodos para su gestión, donde, además, se tienen en cuenta criterios cruciales como el tamaño de las compañías. Es necesario que mejoremos nuestro esquema siguiendo el ejemplo de países de éxito en dinamización de incentivos fiscales a la I+D, como es Portugal, y empecemos a trabajar de forma inmediata en la promoción y simplificación del proceso de deducciones de “I+D, ya la vez, en un marco regulador estable y seguir. De modo que podamos dar un impulso definitivo a la Innovación empresarial en España”, concluye Javier Saldaña, director de Innovación en Ayming en España.
.- Este es un artículo de tevnonews.info y AMIC para Menorcaaldia.com