La palabra Dropshipping se traduce como “envío directo” y sería una variante del ecommerce con la diferencia de que no se dispone de existencias del producto, sino que en el momento en que se realiza una venta, se compra el material a un proveedor y éste es el que lo envía de forma directa al cliente. El propietario de este tipo de negocio, por tanto, es un simple intermediario o gestor, que se hace cargo de los costes de envío, así como de la facturación, la publicidad y toda la gestión de los clientes y de su base de datos .
Es esencial para que todo funcione de forma correcta, tener una buena cartera de proveedores en los que se pueda confiar y que cumplan los plazos.
Como cualquier modelo de negocio, el Dropshipping tiene ventajas e inconvenientes. Entre las primeras encontraríamos :
- Poca inversión, ya que no se necesitan ni locales, ni comprar existencias.
- El negocio puede gestionarse desde el mismo domicilio.
- Ahorro en envases y embalajes, porque de todo el embalaje se ocupa el proveedor.
- Poco riesgo de inversión, porque si no hay venta, tampoco existe gasto de compra.
- Rapidez en el inicio del negocio. Puedes empezar a ingresar en poco tiempo.
Las desventajas por su parte serían:
- Poco margen de beneficio.
- Requiere tiempo para ir actualizando la tienda online y para promocionar el negocio y su posicionamiento.
- La mala gestión del proveedor tanto en los envíos, como en la carencia de stock, recaerán en ti.
- Los envíos no deberían tardar más de 72 h. Al no gestionarlo uno mismo, a veces resulta difícil saber el stock restante, puesto que el proveedor trabaja al mismo tiempo, con otros minoristas.
En cualquier caso, el Dropshipping es una opción ideal para aquellos que no desean arriesgar mucho y que no disponen de espacio o local para el almacenamiento de producto.
Artículo de Eva Molinera/AMIC para Menorca al día
