Hicieron una encuesta para determinar aspectos de cómo tratamos nuestras prendas y los resultados dejaron algunos datos interesantes como, por ejemplo, que en nuestra comunidad autónoma creemos que el deterioro de nuestra ropa está vinculado a la mala calidad de los tejidos.
Parece que entre lo que pensamos y lo que realmente es, hay que analizar cómo lavamos, secamos o cuidamos nuestras prendas.
La percepción de que tenemos ropa compuesta por tejidos de baja calidad supera en 9 puntos (lleva al 39%) la media nacional. Solo el 11% de los baleares (19 puntos por debajo de la media nacional) creen que es el uso continuado lo que hace que se estropee.
Hay que tener en cuenta cómo tratamos a la ropa. Según la misma encuesta el 41% no separa por colores o tejidos antes de meterlos en el bombo de la lavadora y solo un 40% opta por utilizar diferentes programas de la lavadora. De nuevo los baleares nos mostramos menos interesados en programar adecuadamente el electrodoméstico (8 puntos por debajo de la media nacional).
Si no utilizamos de manera correcta los programas de la lavadora estamos incurriendo en más gasto energético, peor resultado del lavado, creamos un efecto perjudicial al medio ambiente y demostramos que tenemos poca cultura del tratamiento de los textiles.
Las empresas compensan en cierta manera estos aspectos con los nuevos modelos de aparatos que incorporan inteligencia artificial que son capaces, cada vez más, en detectar las características de los tejidos que se meten en el bombo. Algoritmos saben calcular la mejor manera de lavar un tejano o una toalla y diferenciarlos cuando los metemos en el interior de la lavadora. Nos puede avisar de que estamos mezclando tipos de tejido, puede calcular el peso de lo que hemos metido y el agua y detergente justo que necesita para conseguir un buen lavado respetando los tejidos y sin gastar más de lo necesario.
Según datos del “Informe sobre el impacto medioambiental de la industria textil y las prendas de vestir. Lo que los consumidores necesitan saber” del Parlamento Europeo en 2019, cada segundo se llena un contenedor de ropa usada y solo se recicla el 1% mientras que en total se desperdician 5,8 millones de toneladas de ropa al año.
