Ayuntamientos de Menorca se afanan en fumigar alcantarillas o zonas públicas en las que cucarachas o ratas pueden estar incubando la próxima generación de plagas. Algo del todo incompatible con la presencia humana pero, sobre todo, en el momento de la presencia de turismo.
En otras circunstancias se harían algunas actuaciones de carácter preventivo pero el hecho de que en mayo ya haya temperaturas típicas de final de junio hace que cucarachas, ratas e insectos varios estén multiplicándose ahora, avanzándose a la planificación regular de cada año. Así, en lugar de actuar de manera preventiva se tiene que actuar para atajar el avance de las plagas que, según explicaban estos días en Radio Menorca, siguen un patrón al alza de individuos. Esto sucede desde hace unos pocos años atrás y el número de roedores está creciendo, lo que pide medidas preventivas antes de que se descontrole la presencia de estos indeseados animales.
En el caso de las ratas, su presencia aumenta alrededor de los puntos de acumulación de basuras.
En los lugares donde se combina calor y humedad (y en Menorca hay mucho de ambos factores en este momento del año) proliferan las cucarachas de todo tipo; las germánicas, las americanas y la típica negra de Menorca que hacía bastante tiempo que apenas tenía presencia y que vuelve a coger fuerza en lugares de urbanizaciones de costa que han quedado todo el invierno sin presencia humana, mantenimiento o limpieza.
Además de que el aumento de la temperatura global va a favor de que también vaya al alza la capacidad reproductiva de las plagas, también puede tener algo que ver el periodo de la pandemia que frenó la actividad de las empresas que solían fumigar regularmente. Especies como la procesionaria del pino, la polilla lagarta peluda, el escarabajo picudo rojo, las abejas asiáticas, los mosquitos tigres e incluso la proliferación de medusas pueden aprovechar el aumento de la temperatura global para hacer crecer el número de miembros de sus familias. Esto también tiene una relación con las especies invasoras vegetales, que siendo de climas tropicales van conquistando espacios y desplazando a especies autóctonas que pueden acabar por desaparecer.
La relación del aumento de la presencia de enfermedades “nuevas” también va de la mano de este cambio en el cómputo global de temperaturas.