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112.000 euros para la Comunidad Energética de Sant Lluís

Será uno de los dos proyectos de Balears financiados por el Ministerio de Transición Ecológica

Reunión en Sant Lluís.
Reunión en Sant Lluís.
Se ha notificado la ayuda del Gobierno central a la Comunidad Energética. (Foto: CAIB)

La Comunidad de Energías Renovables del Polígono de Sant Lluís (Menorca) ha recibido el apoyo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) y será subvencionada con 112.644 euros, siendo uno de los 45 proyectos pilotos de toda España que han sido seleccionados.

Este proyecto de comunidad energética surge a iniciativa del Ayuntamiento de Sant Lluís y que, gracias a la colaboración del Instituto Balear de la Energía (IBE) y de la Menorca Preservation Foundation, crearon una asociación en la cual participan una docena de empresas del polígono.

El vicepresidente y conseller de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática, Juan Pedro Yllanes, ha calificado como “buena noticia” la resolución definitiva que otorga esta subvención al proyecto de Sant Lluís. “Somos conscientes que con esta comunidad energética continuamos avanzando en el objetivo de promover la implantación de instalaciones solares fotovoltaicas sobre cubiertas y de fomentar la cooperación empresarial. Esta experiencia tiene vocación de ampliarse en todo el polígono y, sobre todo, de replicarse en todo el resto de polígonos industriales de Baleares. Menorca vuelve a ser ejemplo en transición energética y las instituciones somos conscientes de esto. Continuamos impulsando iniciativas de renovables para mejorar la vida de la gente y también de las empresas”.

El Ministerio ha presentado este martes los resultados de la primera convocatoria de ayudas para proyectos piloto de comunidades energéticas (programa CE IMPLEMENTA), dirigida a proyectos de pequeño tamaño y cuya inversión no supere el millón de euros. En este sentido, ha resuelto que un total de 45 proyectos sean beneficiarios, de los que 2 se encuentran en las Illes Balears, y que contemplan más de 230 actuaciones en 14 comunidades autónomas y movilizarán una inversión de 14,7 millones de euros.

El propio Ministerio ha destacado que se trata de la primera convocatoria de ayudas a nivel estatal específica para comunidades energéticas, puesta en marcha para impulsar la innovación social y la participación ciudadana en energías renovables, eficiencia energética o movilidad eléctrica. Hay que apuntar que el otro proyecto que ha obtenido el reconocimiento por parte del Ministerio es la Comunidad Energética situada en Binissalem, impulsada por las empresas privadas Som serveis energètics y 3 glops.

El Proyecto de Sant Lluís

La Comunidad Energética del Polígono de Sant Lluís cuenta con la participación de 13 empresas, el Instituto Balear de la Energía (IBE) y el Ayuntamiento de Sant Lluís, además del apoyo de Menorca Preservation, que ha financiado el equipo técnico para la creación de esta entidad.

Esta será la primera comunidad energética ubicada en un polígono empresarial, y cuenta con una inversión inicial ya comprometida de 150.000 euros por parte del IBE, organismo adscrito a la Vicepresidencia y Consellería de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática del Govern de las Illes Balears, a la que se suma otorgada este martes por el Ministerio.

Los 15 socios iniciales que conforman la comunidad ponen a disposición de la comunidad energética 7.990 metros cuadrados de superficie en sus cubiertas para acoger instalaciones de generación de energía renovable.

Los objetivos de esta comunidad energética son lograr la autosuficiencia energética del polígono empresarial de Sant Lluís mediante la reducción de su consumo energético y la generación de energía de fuentes renovables en el mismo polígono. Asimismo, otro de los otros objetivos es conseguir el precio más económico posible para la energía consumida.

Hay que señalar que la comunidad energética promoverá instalaciones de energías renovables en el entorno del polígono, gestionará su aprovechamiento energético, llevará a cabo su mantenimiento y facturará a los consumidores la energía suministrada. A la vez, facilitará herramientas e instrumentos de gestión energética a sus miembros, a efectos de reducir el consumo energético y el precio de la energía que consuman. La participación en esta asociación es de carácter abierto y voluntario para cualquier persona física o jurídica que cumpla las condiciones de participación fijadas en sus Estatutos.

La comunidad determinará un precio anual del kWh por debajo del precio medio de mercado, que incorporará el coste de las instalaciones, su amortización y los costes de operación y mantenimiento. El precio se revisará anualmente y deberá prever necesariamente la retribución de los inversores que hubieran aportado capital.

Los miembros de la comunidad energética que sean consumidores tendrán derecho al aprovechamiento energético de las instalaciones de autoconsumo. Así mismo, esta comunidad energética tendrá la facultad de establecer los protocolos de entrada y salida de los autoconsumidores y el coeficiente de reparto de la energía y se fijará, en todo caso, una cuota máxima de reparto de la energía, a efectos de asegurar el acceso por parte de un mayor número de consumidores a ésta.

Debe apuntarse que tanto la cuota de participación como el número de autoconsumidores se irá adaptando progresivamente a la implantación de instalaciones de generación. La adhesión de nuevos autoconsumidores se hará de forma progresiva, a efectos de asegurar que su entrada no implique una reducción significativa de la cuota de energía autoconsumida de los miembros que ya lo eran.

El Govern de las Illes Balears considera que las comunidades energéticas locales son una pieza clave en el impulso de la democratización de la energía, en la medida en que permiten la explotación colectiva de los recursos energéticos con una finalidad cooperativa y de abaratamiento de la factura y no de lucro, de forma que facilitan la respuesta a dos problemáticas importantes, como son la emergencia climática y el elevado coste de la factura energética. Así, éstas no sólo facilitan el acceso a una energía más barata, sino que también contribuyen a hacer llegar el autoconsumo energético a consumidores con menor capacidad de inversión. Con estos proyectos se pretende aumentar notablemente la resiliencia de las empresas del sector industrial, consiguiendo no sólo un abaratamiento de sus costes, sino también una cultura de colaboración entre éstas.


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