Madrid, 26 jun (EFE).- Las mujeres han firmado el 61 % de todos los contratos indefinidos iniciales a tiempo parcial registrados en los cinco primeros meses de 2022, mientras que en los indefinidos a tiempo completo, la modalidad más estable, han representado un 34,5 %.
Según los datos de la estadística de contratos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), la reforma laboral ha disparado la contratación indefinida entre enero y mayo de este año con 2,5 millones en esta modalidad -1,8 millones iniciales y 685.173 convertidos-, lo que supone triplicar los 780.000 del mismo periodo del año pasado.
Al analizar los datos por sexo, la contratación indefinida ha mejorado para ambos, pero lo hace algo más entre los hombres, mientras que ellas suben más en modalidades más inestables, como el fijo discontinuo, y siguen copando el tiempo parcial.
Así, los indefinidos iniciales suben un 329 % para ellos y un 305 % para ellas, que en cifras absolutas firman 788.216 acuerdos laborales fijos frente a 1.017.379 de los hombres.
Dentro de estos acuerdos iniciales, y por tipo, ellos han firmado el 65,4 % de todos los de tiempo completo, 503.661 de un total de 769.319, y ellas el 34,6 % restante.
Los porcentajes se invierten en el tiempo parcial con un 61 % para ellas, 269.388 de un total de 438.953, y un 39 % para ellos.
En ambas modalidades, las cifras de contratos suben con fuerza frente al mismo periodo del año pasado dejando notar esos positivos efectos de la reforma laboral en un mercado caracterizado por la elevada temporalidad.
Asimismo, los porcentajes de reparto por sexo del empleo indefinido a tiempo parcial son ligeramente inferiores a los del mismo periodo del año pasado, cuando ellas coparon el 65 % de esta modalidad, de forma que siguen mostrando esa amplia brecha existente.
Entre las mujeres suben más los fijos discontinuos y las conversiones desde temporales
En cuanto a los fijos discontinuos, ellos han firmado el 57 % de todos los iniciales en este formato, llamado a sustituir a muchas de las modalidades temporales, y ellas el 43 % restante.
Al mirar la evolución de este tipo de contratos frente al mismo periodo del año pasado son la modalidad que más sube, las cifras se multiplican por diez, y lo hace también con algo más fuerza entre las mujeres (1.068 % frente a 910 %).
En los indefinidos convertidos desde otras modalidades -la reforma laboral restringió tipos y uso de los temporales- ellas lideran el alza, duplicando las cifras del año anterior, lo que también señala a esa mayor temporalidad y parcialidad que sufren las mujeres.
“La jornada a tiempo parcial es algo coyuntural en los hombres, principalmente en los primeros años de su vida laboral a la vez que se ha convertido en un componente estructural para las mujeres”, recordaba en un reciente informe CCOO.
“El 75 % de las personas asalariadas que trabajan a tiempo parcial son mujeres”, señalaba el mismo estudio, donde se apuntaba a las principales razones argumentadas por las mujeres para trabajar a tiempo parcial.
Entre ellas, citaban, no haber encontrado un empleo a jornada completa, cuidado de niños u otros dependientes y otras obligaciones familiares o personales.
Desde UGT han venido demandado medidas específicas dirigidas a fomentar el empleo de las mujeres y “reducir las brechas por género como por ejemplo actuar de manera decidida contra la feminización del contrato a tiempo parcial, dirigido mayoritariamente a las mujeres”.