Durante un año y medio, el CEIP Margalida Florit de Ciutadella y el Maestro Duran de Alaior, han participado en el proyecto de ciencia ciudadana “Microplastic Whatchers” integrado en la plataforma Observadores del Mar, coordinada por el Instituto de Ciencias del Mar (ICM) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
El objetivo es recoger datos de presencia y abundancia de microplásticos y mesoplásticos en el medio marino, para trabajar en el diagnóstico y sensibilización de este problema tan extendido. Durante dieciocho meses los participantes han recopilado mensualmente datos en las playas de Algaiarens y Son Bou, siguiendo un protocolo científico de muestreo y clasificación de plásticos de diferentes tipos y tamaños.
Con los datos recogidos y analizados durante este año y medio podemos empezar a sacar informaciones interesantes como por ejemplo que las muestras recogidas en las dos playas, indican una mayor concentración de fragmentos plásticos en la parte superior de la playa en comparación con la más próxima al agua. Esto se debe a que la baja densidad de los plásticos hace que sean empujados por el viento y acumulados en el área superior de los arenales. Si la teoría es correcta, en el sistema dunar de las playas, el cual está protegido y no se pueden tomar muestras, descubriríamos las concentraciones más altas de microplásticos.
Unas cifras que nos revelan los análisis de arena y que son especialmente preocupantes, son que en la zona media de la playa, donde solemos poner la toalla, en Algaiarens encontramos de promedio 171 fragmentos plásticos por metro cuadrado y en Son Bou 99 fragmentos por m². Si tenemos en consideración la extensión de las dos playas, llegamos a la conclusión de que en Algaiarens, con 4600 m², podría haber más de 350.000 fragmentos plásticos en la arena y en Son Bou, con más de 32.000 m², la cifra aumenta hasta en los 1.620.000 fragmentos. Estas cifras no tienen en cuenta las concentraciones de microplásticos que existen en el sistema dunar, que como ya hemos dicho anteriormente, seguramente son muy superiores a las usadas para realizar estos cálculos.
Por último, cabe remarcar que durante los muestreos, se han descubierto un total de 1.448 pellets en Algaiarens y 848 en Son Bou, casi el doble en la playa del norte que en la del sur de la isla. Los pellets son pequeñas bolas transparentes, o de colores, que la industria del plástico utiliza como materia prima, pero en Menorca no tenemos industria de inyección de plástico. Este dato casaría con la teoría de que los pellets que aparecen en las playas de Menorca provienen de escapes de las petroquímicas que hay en la península y que la tramontana y las corrientes depositan en nuestras costas.
Esta actividad, dinamizada por las áreas de Educación Ambiental y Medio Marino del GOB Menorca, busca acercar la ciencia a los niños y niñas de primaria así como dar a conocer los valores naturales del litoral, las amenazas a las que se enfrenta y mostrar la importancia de cuidar y conservar estos espacios.
Además, la iniciativa animó a los alumnos del CEIP Mestre Duran a realizar un trabajo de reflexión, análisis y divulgación de los datos obtenidos. Entre las tareas llevadas a cabo por los estudiantes podemos encontrar un rap, una exposición, un vídeo o numerosos carteles que explican la problemática de los plásticos en el medio natural y cómo nos afectan.
El proyecto “De las aulas al fondo marino, desplastificando el mar balear”, se inició junto con el GOB Mallorca en enero de 2021, y ha sido posible gracias al apoyo de la Fundación Sa Nostra Caixa de Baleares y Bankia –a través de su convocatoria de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible-, la Fundación Marilles y el Ayuntamiento de Ciutadella – a través de su convocatoria de subvenciones a las entidades sin ánimo de lucro-.