“Menorca tiene una larga tradición de contar historias en verso que ha pasado a formar parte del patrimonio musical y cultural de la isla. La glosa menorquina, tanto la improvisada y cantada en un glosado como la escrita, es un elemento del patrimonio cultural inmaterial de la isla que se encuentra plenamente vivo en la actualidad y cuya práctica se remonta, con toda probabilidad y según los estudios más recientes, en el siglo XVII”. Por este motivo desde el departamento de Cultura del Consell de Menorca han decidido iniciar el expediente para declarar la glosa menorquina como bien de interés cultural inmaterial de Menorca (BICIM).
La glosa menorquina conoció una etapa de gran decadencia en la primera mitad del siglo XX, hasta el punto de que casi llegó a desaparecer. Sin embargo, gracias a la insistencia y tenacidad de un pequeño grupo de glosadores que todavía se mantenía activo encabezados por el maestro glosador Miquel Ametller, se inició un proceso de recuperación en el último cuarto del siglo pasado, especialmente a través de la asociación Soca de Mots que creó Ametller.
Este proceso no se ha detenido hasta la época actual, “en la que la glosa es un elemento plenamente vivo y que goza de muy buena salud, ya que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos y la nueva hornada de glosadores actuales busca la renovación constante sin perder su esencia, a fin de encontrar nuevos temas a tratar, nuevas melodías y nuevos públicos que puedan garantizar su vitalidad y salvaguarda”.
Así, junto con la vela latina y la técnica constructiva de la ‘pedra en sec’, ya serán tres los bienes de interés cultural inmaterial declarados en la isla.