Uno de los mayores valores que ofrece Menorca como destino turístico es el de la tranquilidad, el contacto con la naturaleza y su costa. Sin embargo, la paradoja vuelve a cumplirse cada verano; la mayoría tiene la misma idea que tú. ¿Cómo se puede conseguir encontrar esa Menorca idílica cuando hay tantas personas que están buscando lo mismo que tú?
La costa menorquina tiene 216 kilómetros de costa, pero no todo es playa. La presencia de calas es mayor. En muchas de ellas encontramos accesos fáciles al agua para bañarnos (de manera natural o con complementos como escaleras añadidas o picadas en la propia roca). No todas las calas son accesibles desde tierra, ya sea por estar protegidas por escarpados acantilados o por estar literalmente escondidas tras la presencia de zonas agrarias o ganaderas donde el acceso no es tan evidente.
Nuestro primer consejo es el de escoger bien el horario. Ir a primerísima hora de la mañana parece incompatible con estar de vacaciones pero si lo haces tendrás muchísimas más posibilidades de encontrar la cala/playita para tí solo.
Vale la pena ir por mar. No te preocupes. Ni tan solo hace falta tener carnet para tripular una embarcación grande o tener mucho dinero para alquilarla. Basta con un kayak o un paddle surf, curiosidad y paciencia. En tu recorrido por la costa encontrarás rincones únicos y exclusivos allá donde la mayoría no llega. Tenemos la idea de que ir a la playa es más fácil en verano a base de aparcar cerca y bajar a la arena. Es cierto pero en los momentos más populosos del verano, agradecerás perder un tiempo accediendo con una embarcación manejable que te lleve a zonas de costa para tí solo y tu/s acompañante/s.
No todo es costa. En los últimos años se han recuperado muchos senderos rurales que cruzan la isla en diferentes direcciones. Son antiguos caminos que enlazan zonas rurales de gran belleza. El Camí Reial en Ferreries, los caminos de la zona de Es Castell, el Camí d’en Kane (antiguo gobernador inglés de Menorca) son algunas de las opciones.
Y no te preocupes. Menorca puede ser pequeña pero ni siquiera la gente que vive en Menorca ha tenido aún la posibilidad de recorrer todos los rincones de la isla que habitan. Pregunta y verás. Tendrás ganas de volver para seguir explorando la isla.