La alcaldesa de Ferreries, Joana Febrer, explica que “un ‘gracioso’ ha hecho sus necesidades en la playa o el mar y han salido unos restos fecales en la orilla. Pero como no hay emisarios ni alcantarillado que lleguen hasta la playa y solo había restos sólidos, se han retirado y se ha cerrado durante una hora la playa por precaución“.
En ese periodo se han realizado observaciones en el agua y se ha realizado la analítica correspondiente, “pero necesita tiempo para el cultivo y hasta mañana no se conocerán los resultados”.
Febrer señala que se ha puesto la bandera amarilla por seguridad pero que la playa ha estado en perfectas condiciones en resto del día.