La demanda eléctrica ha bajado un 3,7 % de la primera a la segunda semana de agosto, en la que se han empezado a aplicar las medidas de ahorro energético del Gobierno, ha informado la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera.
Ribera ha calificado ese descenso como “una reducción importante en plena ola de calor”, en un rueda de prensa en Maó de balance del funcionamiento de las medidas del Real Decreto de ahorro y gestión energética en climatización para reducir el consumo en el contexto de la guerra en Ucrania, tras una semana de aplicación.
La ministra ha atribuido el descenso de la demanda eléctrica en esa semana del 8 al 14 de agosto “a la mayor sensibilidad de hogares y empresas con respeto al uso responsable de la energía y las medidas del decreto ley que pedía una reducción de la temperatura del termostato para refrigerar y el apagado del alumbrado de los escaparates y edificios públicos desocupados a partir de las diez de la noche”.
Ribera considera que la primera respuesta a las medidas ha sido “extraordinariamente positiva” y el ahorro se ha situado en lo calculado por el Gobierno, de manera que las medidas del decreto puedan representar “más de la mitad del ahorro de ese 7 % comprometido en Bruselas”. Ese 3,7 % de ahorro “está en línea”, ha indicado.
Ha explicado que los datos son preliminares y que la primera semana de aplicación ha coincidido con temperaturas máximas y una ola de calor en buena parte de España, pero que “la tendencia es clara en términos de compromiso cívico y entendimiento del contexto en el que se han adoptado estas medidas de demanda de solidaridad y esfuerzo a la sociedad, y de eficacia”.
Que la reducción de la demanda eléctrica se haya producido en plena ola de calor, según Ribera pone de manifiesto “la sensibilidad de los españoles en un contexto complicado en el que cada día se van apuntalando datos de cara al otoño y al invierno en el resto de países europeos, que aplican medidas parecidas” y el efecto de solidaridad con Europa.
“Solamente cumpliendo con ese compromiso de solidaridad voluntaria en estos primeros meses, estaremos en condiciones de afrontar de manera unidad la respuesta al chantaje energético de Vladimir Putin“, ha advertido.
La ministra ha defendido que “es capital esforzarse hoy” y ha asegurado que los datos también indican que “el ruido” de quienes “protestan contra todas las soluciones” ha sido interpretado por la sociedad española “en la dirección correcta” en un momento en el que hay que esforzarse “por responder de manera unida”.
Ribera ha explicado que la elevada afluencia de turistas a Baleares y Canarias ha tenido influencia sobre la demanda eléctrica, de manera que el nivel de ahorro y eficiencia de la península en la primera semana asciende a 3,9 % respecto a la semana anterior y al introducir datos de los dos archipiélagos, cae al 3,7 %, porque con la población turística flotante la demanda sube.
La ministra considera que los sistemas extrapeninsulares “necesitan un proceso de adecuación a es nueva realidad energética” y ha recordado que el Gobierno ha creado un comisionado específico para promoverlo, con fuertes inversiones, por la “apuesta importante de este Gobierno de conseguir islas cien por cien renovables en Canarias y Baleares”.
Sobre esa transformación, ha explicado que consiste en que, en presencia de mucha generación distribuida se pueda dar seguridad al sistema e ir reduciendo la presencia de combustibles fósiles, algo que “requiere un acelerón notable”.
“Hay un esfuerzo por actualizar la infraestructura que lleva operativa mucho tiempo y que todavía tiene que dar seguridad a los consumidores hasta que se pueda producir un desenganche total de las plantas térmicas que todavía funcionan y hay un trabajo directo con el gestor de las líneas de transporte, los responsables de las comunidades autónomas y consells y la empresa responsable del parque generado”, ha explicado.
Ribera ha explicado que la voluntad del Gobierno ha sido reducir los consumos redundantes, como se ha hecho al limitar el alumbrado en edificios vacíos, y a la vez “ser enormemente respetuosos con las decisiones de los hogares, que también tienen una capacidad de ahorro importante”.
Para los hogares, el Gobierno aboga por los incentivos, la divulgación y las ayudas para reducir su factura a través del autoconsumo, la rehabilitación energética, la electrificación de consumos finales o el cambio de calderas, “pero sin introducir limitaciones obligatorias que, por otra parte, serían muy difíciles de vigilar”.
“En principio no contemplamos medidas de restricción ni para la industria ni para los hogares”, ha recalcado, y “sí medidas que favorezcan el proceso de cambio en el tipo de energía que se consume”.
El plan de contingencia en el que trabaja el Gobierno para responder a los desafíos energéticos, ha explicado que contempla impulsar ahorro y eficiencia; el ahorro de combustibles sobre la base de la electrificación y el impulso de energías renovables como biogás, biometano e hidrógeno; y cómo respaldar al resto de socios europeos en peores condiciones por solidaridad.
También se ha referido a las interconexiones entre estados miembros y ha señalado que “no son solamente asuntos bilaterales, son políticas europeas importantes para cumplir distintos objetivos a la vez y que requieren la máxima implicación de la Comisión Europea y de todos los estados miembros”.
Ribera considera que “construir Europa pasa por construir una política energética común y una puesta en común de las infraestructuras”.