El conseller de Medi Ambient i Territori; Miquel Mir, y el director general de Residuos y Educación Ambiental, Sebastià Sansó, han presidido, este jueves, la primera Comisión insular de residuos, que se ha celebrado en Menorca. En ella, se han establecido los criterios de distribución de los recursos derivados del Fondo de Prevención y Gestión de Residuos. La representación de las instituciones menorquinas ha sido encabezada por el conseller de Medio ambiente y Reserva de Biosfera, Josep Juaneda, acompañado por el director insular de Medio ambiente, Esteve Barceló.
Así, con una previsión de máximos de 1,2 millones de euros para los ejercicios de 2022 y 2023, la Comisión ha decidido dedicar estos fondos a proyectos enfocados a fomentar la prevención, la preparación para la reutilización y el reciclaje de residuos con la fracción orgánica como fracción preferente.
Concretamente, se ha acordado priorizar las inversiones necesarias para llevar a cabo la construcción y puesta en servicio de la nueva planta de biogás, instalación prevista por el Plan director de residuos de Menorca en el área de Gestión de Residuos de Milà, y que permitirá mejorar sustancialmente el tratamiento de los residuos biodegradables de la isla.
Mir se ha congratulado de poner en marcha «uno de los elementos principales de fiscalidad verde recogido en la Ley balear de residuos». En este sentido, el conseller ha recordado que «el hecho que cada isla pueda destinar lo recaudado a proyectos que potencien la mejora de la gestión de residuos es una muestra más de soberanía insular».
Por su parte, Juaneda ha destacado que “la mejora de los servicios de gestión de residuos en Menorca lo entendemos como una apuesta por la economía circular” y es que la futura implantación de una planta de tratamiento de estas características “permitirá un primer aprovechamiento energético de varios residuos orgánicos como la materia orgánica recogida separadamente, los residuos de origen animal, purines o incluso barros procedentes de las depuradoras, a la vez que el material resultado podrá ser también valorizado mediante compostaje para obtener un adobo de gran calidad”.
Hay que recordar que el canon de residuos de las Islas Baleares es finalista y territorializado, es decir, que el que se recauda en cada isla se destina a los proyectos propios de acuerdo con los criterios de distribución del Fondo de Prevención y Gestión de Residuos decididos a las comisiones insulares.
El importe del canon depende del grado de implementación de sistemas selectivos de recogida de residuos a cada municipio y tiene como objetivo que el importe vaya disminuyendo progresivamente a medida que los municipios incorporen plenamente el pago por generación y los sistemas de recogida selectiva de la fracción orgánica. Lo que se potencia, pues, es el logro de los objetivos de la Ley 8/2019 de residuos y suelos contaminados de las Illes Balears así como la normativa estatal y europea. Al lograr estos objetivos, el canon será residual.