Bel López decidió contar su historia. Una historia en la que fue víctima y que no quisiera volver a vivir. De hecho, tampoco la querría para nadie. Por eso mismo decidió explicarla. Con esta exposición se ilustran muchas de esas historias que la mayoría de las ocasiones se mantienen silenciadas por sus propias protagonistas.
Bel lanzó un primer mensaje y pronto descubrió que había muchas otras mujeres que tenían algo que explicar. Sus sentimientos, sus frustraciones, sus experiencias vividas. Y de ahí surgió esta exposición que, además de una parte de dibujos, lleva unos códigos QR con acceso a los audios de las historias contadas por sus propias protagonistas.
La Biblioteca de Maó acoge hasta el 16 de noviembre esta exposición que además de dibujos está formada por frases, pensamientos, carteles con un texto alusivo a cómo la violencia machista ha tocado (se ha clavado y a veces atravesado) a las mujeres.
La violencia machista se refiere a todas aquellas acciones que contribuyen al menoscabo sistemático de la dignidad, el estima y la integridad física y mental de las mujeres, niñas y personas con una identidad de género y/o sexualidad distinta a la normativa. Es un tipo de violencia estructural, ya que se encuentra presente en todas las sociedades y todos los espacios sociales, aunque se da en distintos niveles y mediante diferentes mecanismos dependiendo de diversas cuestiones de raza, clase y pertenencia a determinado grupo étnico.
Esta violencia es una expresión de la desigualdad que impone el patriarcado y, a su vez, es el instrumento que garantiza su continuidad. Se arma a través de tres ámbitos: la violencia simbólica, que genera los prejuicios y el ideario; la violencia estructural, con todas las instituciones que garantizan la discriminación; y la violencia material, en todas sus expresiones concretas de violencia directa. Asimismo, es un medio que ayuda a reforzar, legitimar y reproducir la supremacía de “lo masculino” sobre “lo femenino” y sobre todas aquellas identidades de género que no se encuentran circunscritas dentro de estas dos categorías.
La violencia machista que se da en el ámbito privado es una de las más extendidas e invisibilizadas, a pesar de que en los últimos años se pueden encontrar una serie de esfuerzos para identificarla y afrontarla. Suele darse en el seno de la familia o dentro de una relación afectiva, siendo el perpetrador aquel que asume un papel masculino dominante, basando los actos de violencia que comete en este rol. Puede tomar la forma de violencia física, psicológica, económica, laboral y/o sexual.
Femme es una exposición pero también un grupo de apoyo que se encuentra fácilmente en instagram, donde también están las voces de estas historias que recoge la exposición.