Càritas Menorca inicia una prueba piloto que se pone en marcha en dos parroquias de la isla, El Carme de Maó y Santa Maria de Ferreries, y desde los servicios de atención primaria de Cáritas Diocesana. Se trata de las tarjetas solidarias, tarjetas de prepago y nominales que se entregan a las personas y familias, después de la valoración del equipo técnico de Cáritas, con una asignación económica que dependerá de las necesidades y número de miembros que convivan en el hogar.
Todas estas personas recibirán el apoyo y acompañamiento necesario por parte de los técnicos y de los voluntarios de Cáritas para gestionar la ayuda de forma correcta y presentar los comprobantes de la compra realizada.
Càritas destaca que “se trata de responder a estos nuevos tiempos con nuevas fórmulas que permitan dignificar la entrega de alimentos, de forma completamente anónima, favorecer la normalización de las ayudas, fortalecer las capacidades personales de los participantes evitando la estigmatización y potenciar la inclusión de los beneficiarios que podrán elegir de forma autónoma su compra, facilitar el acceso a productos frescos (carne, pescado, verdura…), además de fortalecer el comercio de proximidad“.
Las parroquias del Carme de Maó y Santa Maria de Ferreries son las primeras en emprender esta tarea, donde dos técnicos de Cáritas acompañan durante unos meses a los voluntarios parroquiales para realizar este cambio. La iniciativa también permite que las personas voluntarias dediquen tiempo a realizar otras tareas de acompañamiento, “como pueden ser cursos, talleres, etc. dando una atención más integral a las familias, y canalizando su solidaridad y la de la comunidad, apoyando campañas informativas del proyecto y las aportaciones económicas de colaboración en las tarjetas solidarias”.
Esta primera experiencia cuenta con la colaboración de CaixaBank, que será la entidad emisora de las tarjetas, y la aportación de varios financiadores con los que cuenta Cáritas en este momento por las ayudas de alimentos: Consell de Menorca, UNESPA, Govern Balear y Cáritas Española.
Sin fiscalizar? Sin controlar destino? Perdonad, se que la intención es buena, pero entre los corderos también se esconden lobos y otras alimañas. Esta idea da mucho juego a los vividores de lo ajeno, que en nada tienen que ver con los auténticos necesitados