El abordaje de las dificultades de aprendizaje es fundamental para que los niños y adolescentes puedan disfrutar de las mismas posibilidades que sus iguales mediante las correspondientes adaptaciones que se pueden llevar a cabo dentro del aula, favoreciendo así un clima de normalización de la dificultad. Un colectivo especialmente vulnerable en el ámbito del aprendizaje son los niños y niñas con dislexia, a pesar de que no se ha llegado a un consenso cuando hablamos del porcentaje de la población diagnosticada, se calcula que el 20% de la población tiene.
Así lo han explicado la consellera de Bienestar Social, Bàrbara Torrent y el representante de la Asociación de Dislexia y Familia DISFAM, Araceli Salas, en rueda de prensa esta mañana. En esta línea, durante su presentación han anunciado la nueva colaboración entre el Consell Insular y las diferentes entidades y asociaciones presentes, a través de un contrato menor, para poner en marcha el ‘Programa de reeducación del aprendizaje lectoescriptor’ durante la infancia y la adolescencia.
De este modo, este programa tendrá los siguientes objetivos:
- Ofrecer reeducación a los niños desde la identificación del patrón de la dificultad y la intervención especializada por su mejora.
- Adecuar los espacios para aportar la máxima seguridad y espacio de bienestar por los alumnos y sus familias.
- Proporcionar información a las familias y al mismo niño para normalizar su dificultad y empoderarlo con sus potenciales.
- Ofrecer herramientas a las familias para acompañar el proceso de la forma más natural, partiendo de la crianza respetuosa y la comprensión de los síntomas.
- Buscar estrategias compensatorias para desarrollar sus potenciales.
- Empoderar a las familias para que puedan aplicar las estrategias implementadas y que se sumerjan con la reeducación generalizada a casa.
Para llevarlo a cabo, se ofrecerán sesiones individuales o grupales, dependiendo de la necesidad y las dificultades detectadas, dirigidas por uno/a profesional de la logopedia, psicología o neuropsicología educativa. Estas sesiones presenciales tendrán una duración de una hora, en el caso de las sesiones grupales, de 45 minutos en sesiones individuales. Una frecuencia semanal y se prevé un periodo de trabajo de un año escolar. En función de las necesidades de cada caso, el número de sesiones podrá ser modificada de cara a una mayor efectividad del trabajo.
Para impulsar este servicio, el Consell de Menorca se compromete a colaborar mediante la aportación máxima de 10 euros por sesión grupal y 20 euros por sesión individual, de forma que el contrato incluirá la colaboración en un máximo de 1.500 sesiones (12.000 €).
Por su parte, la Asociación DISFAM detectará los casos susceptibles de poderse beneficiar de este servicio, el cual derivará a la Fundación Nemo o en el centre Arrels. En cualquier caso, las familias podrán escoger el centro donde prefieren establecerse, independientemente de su residencia.