Las canastas ganadoras en el último segundo siempre tienen un sabor especial. Si además son en cancha contraria, tras remonatr 18 puntos y jugándose el liderato y el acceso a la Copa, la emoción es máxima. Todo esto se dio anoche en la cancha del Lobe Huesca cuando a pocos segundos del final del partido los locales ganaban de dos puntos.
Nacho Arroyo subió el balón ante un equipo aragonés que todavía podía permitirse el hacer una falta para evitar el triple. Pero no fue así. La pelota llegó a Pol Molins, el jugador cedido por el Girona, más allá de la línea de tres y no le tembló la mano. Se encontró sin un defensor encima ya que el cinco aragonés había basculado hacia el lado contrario y aprovechó el momento para lanzar. Era el último segundo. Durante el vídeo se puede apreciar como la bocina del final del partido suena con el balón en el aire y la pelota acaba entrando limpia en el aro.
La alegría sobre la pista de los jugadores del Hestia estaba más que justificada. La próxima semana habrá que certificar el acceso a la copa en casa ante el Gran Canaria