La adopción de la factura electrónica avanza con pasos de gigante tanto en España como en Europa. La Unión Europea ha visto en su e-factura una medida eficiente para optimizar el control y seguimiento de la administración, con el fin de mejorar las declaraciones para limitar el fraude fiscal, especialmente el IVA. En 2019, la UE perdió 134.000 millones de euros en ingresos por IVA, tal y como recoge el informe “Brecha del IVA” de la Comisión Europea de 2022. Entre las principales causas se encuentran las quiebras, insolvencia o los errores de información además del fraude, que en sí cuesta a los países europeos entre 40.000 y 60.000 millones de euros cada año, tal y como recoge el informe “Lucha contra el fraude del IVA intracomunitario” de 2016.
“Una de las principales ventajas de la e-factura para las compañías europeas es la reducción de las cargas administrativas, ya que facilita las tareas diarias de los departamentos de administración y contabilidad. A través de la tecnología, se puede automatizar el envío y recepción de las facturas, conciliar las facturas recibidas con las mercancías recibidas y las órdenes de compra o validar las facturas, de forma rápida, libre de errores humanos y con una mayor eficacia para optimizar, de este modo, el tiempo”, apunta Diana Salazar, B2B Integration Sales Manager de Generix Group.
En este contexto, la Unión Europea busca en su facturación electrónica una herramienta que permita a las autoridades controlar la actividad en tiempo real, adoptar medidas sin demora en función del contexto económico y normalizar el tratamiento de las transacciones nacionales y europeas.
Radiografía de la facturación electrónica en España y resto de Europa
La obligación de implementar la factura electrónica está extendiéndose progresivamente a las transacciones B2B. La UE quiere luchar contra el fraude fiscal, limitar las pérdidas financieras de los estados miembros y controlar mejor la actividad económica de sus actores. Los Estados miembros de la UE disponen de cierta flexibilidad en cuanto a la implantación de la facturación electrónica tanto con los agentes públicos (B2G) como con los privados (B2B). Por eso, no todos los países se encuentran en la misma fase.
Los expertos de Generix Group, compañía especializada en soluciones de software de facturación electrónica, analizaron en qué situación se encuentran los principales países de la Unión Europea en cuanto a la implantación de la facturación electrónica.
España
El 29 de septiembre se publicó en el BOE la Ley 18/2022 de Creación y Crecimiento de Empresas que registra la obligatoriedad de la adopción de la factura electrónica en España. La norma recoge como novedad la emisión de facturas electrónicas en las operaciones comerciales entre empresarios, profesionales y proveedores. Una obligación que se extiende con independencia del sector en el que se desarrolle la actividad.
Esta legislación es una de las principales reformas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que busca mejorar las relaciones entre empresas y proveedores para reducir los impagos y el índice de morosidad y que recoge una demanda histórica de los empresarios españoles, ya que facilita el emprendimiento y la creación de empresas.
La presente Ley recoge la obligatoriedad de utilizar la facturación electrónica y que entrará en vigor en dos fases. Por una parte, las empresas y autónomos con una facturación anual superior a 8 millones de euros tendrán la obligación de aplicar esta medida en el plazo máximo de un año desde que se apruebe el desarrollo reglamentario (a partir de medios de 2023). Por otra parte, el resto de las empresas cuya facturación anual sea inferior a 8 millones de euros tendrán que aplicar esta medida en un plazo de dos años, es decir, el año 2025 será de obligado cumplimiento para cualquier tipo de compañía en España, independientemente de su tamaño y sector.
Alemania
La facturación electrónica es obligatoria en la administración central y los Länder de Bremen, Saarland, Baden-Württemberg y Hamburgo. Para el resto de estados federados será obligatoria su adopción a partir de 2023. En el sector privado, la factura electrónica es opcional desde 2011.
Austria
En Austria, la facturación electrónica es obligatoria para las administraciones públicas centrales, desde 2014, las administraciones públicas federales y municipales, desde 2020, y para sus proveedores. En el sector privado, la factura electrónica es opcional desde 2013.
Francia
Para el sector público, la factura electrónica es obligatoria en Francia desde 2020 a través de la plataforma Chorus Pro. En cuanto al sector privado, existe una obligación paulatina de emitir facturas para las empresas registradas en el IVA entre el 1 de julio de 2024 y el 1 de enero de 2026.
Italia
En Italia, la facturación electrónica es obligatoria desde 2014 en el sector público y desde 2019 para los agentes privados a través de la plataforma SDL. Asimismo, se estableció el uso obligatorio de la orden de compra electrónica para el sector de la sanidad pública.
Portugal
La facturación electrónica es obligatoria para las administraciones públicas y sus proveedores desde 2019. La plataforma utilizada en Portugal es la eSPAP (Entidade de Servicios Partilhados mujer Administraçao Publica).
“Para las empresas, la generalización de la facturación electrónica puede representar un reto importante debido a sus limitaciones técnicas y organizativas. Sin embargo, debe verse sobre todo como una fuente de oportunidades a escala nacional, europea y quizás pronto mundial , dados los numerosos beneficios que aporta en el ámbito organizativo y administrativo”, concluye Salazar.
.- este es un artículo de tecnonews.info y AMIC para Menorcaaldia.com