Tiene 2.300 metros de solar y 1.300 metros construidos, acoge a los trabajadores, formado por 28 personas, y todo su material y vehículos y dispone de una instalación fotovoltaica de autoconsumo, con una potencia de 40 kW, con el objetivo de reducir gasto energético en dependencias municipales. Es la nueva nave de la Brigada de Maó de mantenimiento, que dispone de oficinas, almacén, sala taller, vestuarios y salón comedor. Con estas nuevas instalaciones, cuyas obras se licitaron por un millón de euros, el Ayuntamiento de Maó da una solución definitiva a un espacio que hasta hace poco estaba en estado provisional. Recordar que el Ayuntamiento adquirió esta nave de la calle Bajolí – antiguamente, conocida como la nave de Madesa – ante la necesidad de dar a este departamento un nuevo espacio, dado que la antigua sede de la Brigada, en el cuartel de Santiago, se desalojó para construir la nueva Residencia Geriátrica Asistida. El alcalde, Héctor Pons, celebra que esta nave haya permitido dar una ubicación definitiva al cuerpo de la Brigada: “Estas instalaciones, además de cumplir con toda la normativa de seguridad, tienen un alto nivel de eficiencia gracias a las placas solares que permiten abastecer la totalidad del consumo energética de las instalaciones, y además suponen una mejora para los trabajadores en cuanto a condiciones laborales. También suponen una mejora para la ciudadanía, que disponen de una oficina para atención directa”. En los últimos cuatro años, el Consistorio ha consolidado también el área de Servicios Sociales, ubicándola en la Casa de ses Monges; el departamento de Obra Pública en la calle Deià; o la Policía Local en una nueva nave en POIMA. |