Lidl sigue avanzando en su compromiso con la industria agroalimentaria balear, así como en su apuesta por los productos y proveedores locales, aumentando, durante el periodo 2020-2022, más de un 50% sus compras de producto de proximidad, hasta alcanzar los 24 millones de euros anuales. De esta manera, la cadena de supermercados sigue apostando por intensificar en sus lineales nacionales e internacionales la presencia de artículos de KM0 de las Islas como quesos, vinos, aceite, pan y bollería tradicional y frutas y verduras como la patata mallorquina o el tomate de ramallet, entre otros.
Fuerte compromiso con el proveedor balear
Este refuerzo de la marca en su apuesta por el producto regional implica también la potenciación de su estrategia de colaboración con empresas locales que representan, en gran medida, la clave del éxito de su actividad en la región. Durante los últimos tres años, la compañía ha dado un salto importante en este aspecto, no solo cualitativo sino también cuantitativo, al incrementar un 25% el número de proveedores con los que trabaja en la región, que ya se sitúa en los 30.
Se trata de una apuesta en el desarrollo de negocio tanto de empresas consolidadas como de pequeños proveedores baleares que reafirma a la cadena como una de las principales plataformas comercializadoras de producto local, un aspecto clave en un contexto de especial dificultad para muchas de estas empresas.
Más referencias regionales en sus lineales
Este compromiso con los productos del territorio también se ha visto reflejado, en este tiempo, en un incremento de más del 20% en el número de referencias que la cadena compra a proveedores de la región, alcanzando ya las 150, y que comercializa tanto en sus tiendas de Baleares, como de toda España y del extranjero.
Concretamente, la cadena oferta alrededor de un centenar de productos típicamente baleares en los establecimientos de las islas bajo el sello “És balear, és bo” (con el que los consumidores pueden identificar fácilmente el origen de los alimentos al tiempo que ponen en valor el sector primario balear) y, adicionalmente, compra otras más de 50 referencias regionales que vende en sus tiendas de España y Europa, entre las que se encuentran artículos permanentes y otros que oferta según temporada.
Con respecto a este incremento, el director regional de Lidl en Baleares, Achim Becker, no duda en afirmar que “la intención es seguir aumentando progresivamente la presencia de artículos regionales de todo tipo en nuestros lineales, ya que tienen muy buena acogida entre nuestros clientes y queremos seguir apostando por dar a conocer el producto balear, no solo fuera de nuestra comunidad, sino también más allá de nuestro país”.
En los últimos años, la enseña se ha convertido en una de las principales plataformas de internacionalización del producto local. De los 24 millones de euros que compra en Baleares, destina el 15% a la exportación a su red internacional de 12.000 tiendas en una treintena de países.
Generación de riqueza en Baleares
Lidl está presente en las Islas desde hace más de 20 años y su compromiso con la región siempre ha sido firme. Tal y como afirma Becker: “Desde que abrimos nuestras primeras tiendas en Inca y Palmanova, en 2001, trabajamos con la voluntad de expandirnos en el territorio de forma sostenida y sostenible, fomentar la creación de empleo estable y de calidad y apostar por los proveedores y el producto local, lo que nos ha permitido afianzarnos como una de las principales cadenas en generación de riqueza en el territorio balear”.
De este modo lo avala el Informe de Impacto de Lidl en España, elaborado por la consultora independiente PwC. Según estos datos, la empresa es responsable -de forma directa, indirecta e inducida- de más de 1.440 empleos en Baleares (un 0,26% del total de la región) y aporta más de 70M€ anuales al PIB de la región (lo que equivale a un 0,24% del total).