No todo el mundo lo entiende así pero, sí. La piel es un órgano más de nuestro cuerpo, el único que está constantemente en contacto con los agentes externos y, por lo tanto, permanece expuesto a ellos.
Como curiosidad, cada mano tiene 17.000 receptores táctiles y 200 terminaciones nerviosas por centímetro cuadrado. La piel de un adulto muda alrededor de diecinueve kilos de células muertas a lo largo de la vida. La piel de un adulto medio cubre casi dos metros cuadrados y pesa más de dos kilos y medio.
La piel nos protege del calor y el frío, del aire y los elementos, de las bacterias, es impermeable, se repara y lubrica a sí misma, incluso elimina algunos residuos del cuerpo. Y es un reflejo de nuestra salud general de manera que si vemos manchas, granos o pústulas tenemos que “leer” el mensaje de lo que puede estar pasando dentro de nuestro cuerpo.
Puede erizarse, salirle ampollas, producir sensación de hormigueo, picar, doler, sudar, estirarse, encogerse, sangrar y sonrojarse. Proporciona el sentido del tacto, puede ser áspera o delicada, suave o arrugada, según la edad. Contribuye a la producción de vitamina D, vital para la salud de huesos y articulaciones. Controla la temperatura del cuerpo. Puede mostrar las emociones, es fuente de atracción social y sexual y denota el origen racial.
Las personas con problemas de la piel representan el diez por ciento de todos los pacientes que acuden a los médicos de familia. Los problemas de la piel más frecuentes son infecciones víricas, ezcemas, psoriasis, acné juvenil, infecciones por hongos, cáncer de piel, urticaria, alopecia (sí, también tiene que ver con la piel), aparición de lunares, verrugas y más.
Uno de los primeros consejos que podemos dar para cuidar la piel es mantener una buen higiene pero es importante resaltar que lavarla excesivamente con jabón la secará, privándola de su lubricante natural: el sebo. El jabón también puede causar reacciones alérgicas. En el mercado a jabones hipoalergénicos que previenen este problema.
Ahora que llega verano, mucha gente se prepara para ir a las playas y calas de Menorca a tomar el sol. La exposición excesiva no sólo causa sequedad o quemaduras, sino cambios a largo plazo que pueden provocar envejecimiento prematuro o, incluso, cáncer de piel.
En las farmacias hay una gran variedad de protectores solares con un factor de protección de al menos 15 (el doble para los niños), bloquea la mayor parte de las dañinas radiaciones ultravioleta. Los protectores solares deben aplicarse antes de exponerse al sol y aplicarlos nuevamente cada dos horas, deben aplicarse generosamente, la mayor parte de la gente no se aplica la cantidad suficiente.
Hay que tener en cuenta que, incluso los productos preparados para resistir el agua, se van con el uso de una toalla.
Una buena alimentación ayuda a tener una piel más sana. Tanto las frutas como las verduras aportan los antioxidantes, vitaminas y minerales necesarios dentro de una dieta equilibrada, influyendo positivamente en la piel. De este modo, si consumes al menos 3 raciones de frutas o verduras en tus alimentos obtendrás el beneficio de una dermis sana, hidratada y elástica.
