Madrid, 13 jun (EFE).-La subida de precio de la cesta de la compra empieza a moderarse aunque llenar la nevera es un 12 % más caro que hace un año, según los datos del IPC de mayo con un registro para los alimentos y bebidas no alcohólicas que casi cuadriplica el índice general (3,2 %).
No obstante, es un incremento anual nueve décimas más bajo que el que expuso el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) para el mes anterior (12,9 %).
La compra ha subido un 0,4 % en términos mensuales y un 4,1 % en el acumulado de los cinco primeros meses del año respecto al mismo periodo de 2022, un tiempo en que además, se ha aplicado una rebaja del IVA para ayudar a contenerlos.
En la evolución anual de los precios de la alimentación influyeron la bajada de los precios de la leche, el queso y los huevos, así como la reducción de los precios del pescado y el marisco, mientras que la estabilidad del pan y cereales contrastó con el crecimiento de sus precios el año pasado.
La subida mensual de los precios de los alimentos estuvo causada principalmente por el incremento de los de la fruta (+5,7 %) y la carne (+0,7 %).
Los alimentos con menos IVA
Desde enero se ha suprimido el IVA a los alimentos básicos y se ha reducido a la mitad, del 10 al 5 %, el de aceites y pastas.
No obstante, la mayoría de estas rúbricas han subido de precio más del 10 % en mayo respecto al mismo mes de 2022, excepto el pan, la pasta, las frutas frescas y otros aceites que no son de oliva.
Se aplica al pan común y a las harinas panificables; la leche, los quesos y los huevos, así como las frutas, las verduras, las hortalizas, las legumbres, los tubérculos y los cereales que tengan la condición de productos naturales o frescos.
De esta lista, solo los aceites distintos del de oliva bajaron de precio en mayo respecto al mismo mes de 2022 (-32,6 %) debido a que hace más de un año su cotización se disparó en medio de las dudas sobre el suministro de girasol de Ucrania por la invasión rusa y desde entonces los acuerdos logrados para permitir su exportación han conseguido relajar los mercados.
¿Hasta el 30 de junio?
Desde el Gobierno se ha insistido en que su idea es mantener esta bajada impositiva -que se ha traducido en dejar de ingresar 254 millones hasta abril- hasta llegar a unos precios “más adecuados”.
Prorrogar esta medida es lo que han solicitado todas las organizaciones que representan a la cadena alimentaria en un frente común con una carta enviada a la vicepresidenta Nadia Calviño.
Avalan la oportunidad de ampliar esta medida con estudios, como el de Aecoc con PWC, que apunta que esta bajada ayudará a contener 1,2 puntos porcentuales la inflación alimentaria en el primer semestre.
“De hecho, el IPC alimentario acumulado en el primer semestre del año se estima en un 5,6 %, un porcentaje que hubiera sido del 6,8 % en caso de no haberse aprobado la rebaja del IVA”, han apuntado en un comunicado.
Por ello, han insistido en que la medida es correcta, aún necesaria e incluso que hay que ampliarla a carnes y pescados, que suponen el 34 % del gasto en alimentación.
Han coincidido en sus reclamaciones con la organización de consumidores OCU, que además ha pedido al Gobierno que se amplíen los cheques para familias vulnerables, otra de las iniciativas aprobadas por el Gobierno.
OCU ha exigido al Gobierno aumentar de manera “urgente y sustancial” el importe de este cheque de 200 euros para familias con ingresos de menos de 27.000 euros, así como el número de beneficiarios con una subida, a su vez, de los límites de ingresos.
Los bares y restaurantes
Si hacer la compra en el súper es un 12 % más caro, consumir en bares y restaurantes cuesta un 7 % más que hace un año.
Melilla, Baleares y Andalucía es donde más se han elevado estos precios y las cadenas de restauración rápida las que más han incrementado sus tarifas.