Las opiniones polémicas sobre cambio climático, agenda 2030, educación e inmigración que el nuevo presidente del Parlament balear, Gabriel Le Senne, de Vox, ha publicado en artículos y redes sociales le granjean el rechazo de la izquierda cuando acaba de tomar posesión del cargo.
Responsables políticos de la nueva oposición en Balears y representantes de partidos de izquierdas fuera de las islas han cargado en el día de su designación como nuevo máximo responsable de la cámara legislativa autonómica tanto contra él y su partido como contra el PP, que le ha cedido la presidencia en un pacto para facilitar la investidura de la líder popular, Marga Prohens.
Gabriel Le Senne, cuyo padre, del mismo nombre, fue director general de Obras Públicas en el Govern autonómico con el PP en la década de los años 80, ha dejado escritas opiniones contundentes acerca de asuntos de actualidad que los oponentes de su partido consideran una muestra de intransigencia. Él, en su primer discurso como presidente, ha apelado a la libertad de “la palabra honesta”.
En su artículo más reciente en “MallorcaDiario”, portal informativo con el que colabora desde la primavera del año pasado, este abogado y economista sostiene que “la defensa de la nación española” pasa por el rechazo del “orden mundial globalista” caracterizado “por un fanatismo ecologista que coloca al clima y los animales por encima de los seres humanos”.
“Constatamos la subida de la luz y los alimentos, pero no tanto la del mar ni la de las temperaturas, con profecías cuyo cumplimiento no hacen más que retasarse”, escribió en el mismo texto.
En el anterior artículo, publicado en plena campaña electoral, en la que concurría como número siete de la lista de Vox por Mallorca, aseveraba: “Los europeos en general estamos siendo reemplazados por los africanos”.
“En España -continuaba- entre hispanos y africanos no está claro dónde acabará la cosa, pero sí que los nativos estamos cada vez más en peligro de extinción, aunque la progresía se preocupa por lobos y ciervos, pero no por los humanos, porque ‘somos una plaga'”.
Ha sido muy crítico también con lo que considera una deriva negativa de la educación. “Las escuelas se han convertido en centros de lavado de cerebro donde básicamente se entretiene o estabula a las criaturas mientras, en lugar de conocimientos, se les enseña a obedecer las consignas del poder”, recogió en otro texto.
Como su partido, considera una intoxicación la “ideología de género” y la rechaza en la enseñanza: “Ya saben de qué va esto del género: niños y niñas son iguales y hasta intercambiables. No importa que sea incoherente y contrario a la biología más básica y evidente”.
También Le Senne, quien se califica de “católico liberal”, ha criticado con severidad la educación sexual en los colegios. Con ironía, escribía hace un año: “En cualquier caso, será muy interesante ver al corro de niños mostrando sus penes, ¿o al menos haciendo el ademán? Pero si es una parte del cuerpo como cualquier otra, ¿por qué no mostrarla? ¡Qué mejor modo de acabar con la vergüenza!”
Parafraseando el título de un libro, escribió un artículo con el encabezamiento “La Transición Energética, Crimen de Estado”, y ha dejado escrito sobre la cultura de la nación: “No somos perfectos, y está feo compararse, pero la cultura española es superior a muchas otras. Casi todas”.
También considera, o al menos así lo publicaba en 2022, que “la Agenda 2030 es el mayor plan socialista de todos los tiempos”, y vaticinaba que si la izquierda perdía el poder podría propiciar el desorden social: “Ya nos conocemos: en 1934, el PSOE y la Esquerra se rebelaron contra la victoria electoral de la derecha”.
“Desde el Prestige hasta el 1-O, cada vez se emplea más la violencia (de baja intensidad, afortunadamente) y la agitación”, ha asegurado. EFE
… este señor puede tener las opiniones que quiera, puede ser incluso un recalcitrante fanático religioso y orgulloso de ello, allá él… pero lo que no puede pretender es que la gente le ría las gracias, porque no van a dejar de mirarle con lupa todos y cada uno de los pasos que va a dar, porque alguien con esta ideología casposa y retrógrada es un lastre para nuestra sociedad, que se atenga a hacer su trabajo lo mejor posible, y que luego no se haga el víctima si no puede aplicar su asqueroso ideario a nuestra sociedad, no se le ha elegido para eso…