El doctor Jordi Moya, pregonero de las fiestas de Fornells, habla con el ‘Menorca al día’ horas antes de realizar su pregón para dar inicio a las fiestas de Sant Antoni. Moya, comparte con nosotros su profundo vínculo con el pueblo, su preocupación por el futuro de la bahía de Fornells y su llamado a la sensatez de las administraciones.
La influencia de Fornells en la vida de Jordi Moya
Moya, anestesista de profesión, ha tenido una estrecha relación con Fornells desde su más tierna infancia. “Celebré la primera comunión aquí a los 7 años”, nos revela con cierto aire de nostalgia. A lo largo de los años, el vínculo se ha intensificado, ha estado trabajando como médico general en sustituciones en el lugar, ha pasado veranos aquí e incluso ha comprado una casa hace 13 años. Pero eso no es todo: también disfruta del puerto en su barco.
La Bahía de Fornells: Un tesoro amenazado
La charla adquiere un tono más serio cuando se trata de la cultura y la tradición de Fornells. Moya destaca la vocación marinera del pueblo y la bahía de Fornells, la cual según él, corre el riesgo de perderse debido a la presión humana, similar a lo que sucedió con el puerto de Mahón. “Mis hijos pudieron vivir la libertad de pescar, nadar y bucear en Fornells. Ahora, con la presión que empieza a haber en el puerto de Fornells, corremos peligro de que se deteriore”.
Moya respalda los esfuerzos del pueblo para defender el puerto y su uso. “No podemos perder la bahía, el disfrute”, advierte. “Tenemos que compaginar la bahía con la nueva gente que llega pero tiene que hacerse desde un punto de vista racional para no perder las raíces ni el disfrute de la bahía”.
Llamado a la sensatez de las administraciones
En su pregón, Moya subraya que si se pierde la Bahía, se perderá la idiosincrasia de Fornells. “Un vecino de Fornells, Miquel, me dijo hace unos meses: Jordi, en el pueblo siempre ha habido dos bandos y por una vez que todo el pueblo estaba de acuerdo en que no construyeran en es pla, la administración no ha escuchado al pueblo, se ha comido lámina de agua y ha construido en primera línea un edificio totalmente innecesario”. La batalla en tierra se perdió, pero Moya confía en que aún se puede ganar la batalla por la Bahía. Para eso, Moya hace un llamado a la Administración: “SENY”.