Madrid, 22 jul (EFE).- Mañana domingo va a hacer un día típico de verano, o sea, calor, y mucho, el esperable para un 23 de julio, que sí se distinguirá de otros por la cita con las urnas.
Para afrontar la canícula, los ayuntamientos han hecho acopio de agua y ventiladores para repartir en buena parte de los 22.500 colegios electorales, un centenar de ellos en Menorca.
Poco más se puede hacer, ya que el Plan Nacional de actuaciones preventivas de los efectos del exceso de temperatura sobre la salud que cada año activa el Ministerio de Sanidad entre mayo -aunque inicialmente lo hacía en junio- y septiembre no contempla ninguna medida específica para jornadas electorales.
Dicho plan sí que recomienda una serie de actuaciones cuando se superan determinados umbrales de temperatura, distintos en cada provincia, que van de los 26 grados en Asturias a los 41,5 en Córdoba; según el número de días en los que se rebase ese límite, se asigna un nivel de riesgo, cada uno de los cuales tiene vinculadas una serie de medidas.
Los cálculos de la Aemet vaticinan más de 35 grados en el este, sur y centro del país y Balears, entre 38 y 40 grados en La Mancha, Extremadura y Andalucía y más de 40 grados en áreas del Guadalquivir. Tres capitales de provincia llegarán o superarán los 40 grados: Córdoba (41) Ciudad Real y Granada (40). En el otro extremo, Donostia, Coruña, Santander y Oviedo se quedarán en 24 de máxima.
Ante este escenario, son las juntas electorales de zona, dependientes de los municipios, las que deben garantizar espacios lo más frescos posibles, así que han sido los ayuntamientos los que se han apañado para buscar las mejores condiciones a los votantes y, sobre todo, a los miembros de las mesas, que son los que tendrán que pasarse allí la jornada.
En el norte, donde se esperan temperaturas muy suaves, no se han previsto medidas extraordinarias, y por ejemplo las juntas provinciales del País Vasco no han recibido recomendación alguna para paliar eventuales episodios de calor, ni tampoco Cantabria tiene pensado tomar decisión alguna.
Sin embargo, en zonas más cálidas como el Levante, el centro o el suroeste sí se ha procedido a pertrechar a los centros de votación de ventiladores, equipos de refrigeración portátil y depósitos de agua, como ha hecho Palma.
La Conselleria de Salut balear reforzará además la Central de Coordinación del SAMU 061 y ofrece doce ambulancias para acompañar a personas con alguna discapacidad a votar de manera presencial.