La consellera de Salud, Manuela García, ha manifestado su firme rechazo a la idea de transferir la gestión del sistema de Medicina Interna Residente (MIR) a las comunidades autónomas. Esta posición fue expresada tras la sesión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, en la que García defendió la importancia de mantener la equidad y cohesión del actual sistema de formación sanitaria especializada.
Siguiendo la línea de los colectivos profesionales médicos que también se oponen a la transferencia, la consellera ha señalado que cualquier alteración del modelo actual podría significar una pérdida en la calidad y homogeneidad de la formación, elementos clave del sistema actualmente reconocido a nivel mundial. Según García, el sistema MIR ha demostrado su eficacia y éxito a lo largo de sus cuarenta años de funcionamiento, asegurando una formación basada en méritos en todo el Sistema Nacional de Salud.
García ha enfatizado que un traspaso de la gestión a las autonomías podría tener consecuencias negativas para todo el sistema sanitario, incluyendo a los pacientes.«Un posible traspaso a las autonomías supondría acabar con un modelo que ya ha demostrado su éxito, y que acarrearía consecuencias para todo el sistema sanitario, incluyendo a los pacientes»,expresó la consellera.
