Baleares registró en 2022 un total de 103 casos de SIDA, siete menos (103) que en 2021, pero las islas tienen una tasa de 8,75 casos por cada 100.000 habitantes, por encima de la media nacional.
Según los datos epidemiológicos de la Conselleria de Salud, desde 2003 hasta noviembre de 2023 se han diagnosticado en Baleares 3.095 casos de infección por VIH.
El 83 % corresponde a Mallorca (2.566), el 4,3 % (133 casos) a Menorca y el 12,8 % (396 casos) a Eivissa y Formentera.
La transmisión sexual sigue siendo la vía predominante (90 % de los casos), consolidándose la baja incidencia en personas que se inyectan drogas.
El diagnóstico tardío continúa como un desafío, representando el 57 % de los casos en mujeres y el 49 % en hombres. En el momento del diagnóstico, su estado inmunológico ya estaba muy deteriorado.
El 62,5 % de los casos diagnosticados tienen menos de cuarenta años. El grupo de edad de 30-39 años es en el que se dan más casos, tanto en hombres como en mujeres.
En cuanto a la distribución de los casos acumulados por categorías de transmisión, el primer grupo en número es el de los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (1.403 casos, 45,3 %), seguido de las personas heterosexuales (1.245, el 40,2 %) y las que se inyectan drogas (312 casos, 10,1 %).
Respecto a los hombres, los que tienen relaciones sexuales con hombres suponen el 56 % de los casos acumulados desde 2003; los heterosexuales, el 30 %, y los usuarios de drogas inyectadas, el 10 %. En las mujeres, el 84 % de los casos diagnosticados son por relaciones sexuales heterosexuales y el 12 % son usuarias de drogas inyectadas.
La consellera señala que un diagnóstico precoz permite acceder con rapidez al tratamiento, lo que mejora la calidad de vida de las personas infectadas y disminuye las enfermedades relacionadas con el VIH, la mortalidad y la transmisión de la infección a otras personas.
El Día Mundial del SIDA se conmemora desde hace 35 años cada 1 de diciembre y en este año se pretende el apoyo a las personas afectadas por la infección del VIH, la lucha contra el estigma y en crear conciencia sobre este desafío global de salud pública.
La intención de las autoridades sanitarias es dar visibilidad al estigma que envuelve a las personas afectadas por el VIH y respaldarlas ante las situaciones de discriminación que continúan sufriendo.
El tema de este año es “Ante al VIH, besos y más besos” y el propósito es poner de relieve la discriminación a la que se enfrentan a diario las personas que conviven con el VIH.
Desde los primeros casos identificados en 1981 se han logrado avances significativos en el tratamiento, la prevención y la mejora de la calidad de vida de quienes conviven con este virus.
Sin embargo, a día de hoy sigue existiendo una estigmatización de las personas que viven con la infección, llegando a generar todo tipo de desigualdades.
