Alaior avanzó su cabalgata de las siete a las seis de la tarde para evitar así el mal tiempo. Este adelanto no impidió que una multitud acudiera a recibir a los Sabios de Oriente. Sus majestades pudieron realizar su recorrido habitual con la tradicional Adoración en la iglesia de Santa Eulàlia y sus discursos en el polideportivo. Después iniciaron el reparto de regalos siempre y cuando los pequeños de la casa se fueran pronto a la cama. |