La Parroquia de Santa María de Maó se prepara para recuperar una tradición muy antigua durante la Semana Santa: el acto del “Devallament”, que representa la bajada del cuerpo de Jesús de la cruz, un momento clave narrado en el Evangelio de Juan, ejecutado por Nicodemo y José de Arimatea. Este acto, profundamente simbólico y arraigado en la religiosidad popular, no se ha celebrado en Maó desde hace más de 200 años, aunque sí se realizó en Es Mercadal hace algunos años. El anuncio fue realizado hoy a las 12:30 en una rueda de prensa por el reverendo Juan Miguel Sastre, y los hermanos mayores de las tres cofradías involucradas: Toni Martí (La Soledad), Toni Periano (Santo Sepulcro) y Llorenç Cardona (Confraternidad de Centuriones de San Cornelio). Los organizadores explicaron que la decisión de retomar esta práctica se basa en un deseo de revivir aspectos significativos de la fe y la tradición dentro de la comunidad. Para la realización de este acto se ha creado una imagen articulada de tamaño humano, la cual fue encargada a una empresa especializada en imágenes religiosas, “Arte Martinez” del municipio de Horche. Esta figura será el centro de una ceremonia que se llevará a cabo en el altar mayor de la parroquia, rememorando la práctica histórica tras un estudio detallado de esta tradición. La ceremonia del “Devallament” se llevará a cabo antes de la procesión del entierro, aproximadamente a las 20:00 horas del Viernes Santo, y contará con la participación de los cofrades como actores principales. El evento, que durará entre 30 y 45 minutos, promete ser un momento de profunda reflexión, y estará acompañado de oraciones, salmos, música de órgano y efectos de iluminación. |
… resulta patético este desespero por intentar “recuperar” escenografías y performances religiosas que ya habían caído en desuso por aburrimiento e indiferencia de los fieles… por mucho que hagáis, la religiosidad popular es muy justita, y no va a rebrotar, no esperéis milagros… estamos en una sociedad aconfesional y moderna, llena de felices personas apateístas que no quieren ningún atisbo de vueltas al nazionalcatolicismo que os es -parece- tan grato… parad ya de hacer el ridículo…
Como arquetipo el Rey Nazareno no bajó del patíbulo sinó que vivió su muerte con entereza. Consecuentemente fue enterrado regiamente con perfumes regios…dando a entender que la muerte es la sombra de la vida sin fin. El test es: ¿Se vive para morir, o se muere para vivir?
… se vive para vivir, pues la muerte es cierta cuando nos vamos oxidando… después no hay nada, vuelves al mismo sitio en el que estabas cuando aún no eras… todo aquel que, siendo igual de mortal que tú, se inventa trolas para controlar tu vida, prometiendo que sabe más que tú, merece sólo tu desprecio e indiferencia…