Si el caballo de batalla de la pasada legislatura fue la educación, parece que la que acaba de comenzar no pasará muy desapercibida. Además de ‘finiquitar’ el decreto de Tratamiento Integrado de Lenguas, el TIL, el Govern se ha estrenado convocando una sesión extraordinaria y urgente de la Conferencia Sectorial de Educación, a fin de tratar las medidas necesarias para la revisión del calendario de aplicación de la Ley Orgánica de la Mejora de la Calidad Educativa.
Una normativa que ha merecido una declaración institucional de rechazo en el transcurso del primer Consell de Govern celebrado por el nuevo equipo que encabeza Francina Armengol. La declaración denuncia que la LOMCE ha sido “elaborada sin el necesario consenso de las fuerzas políticas y sociales, y sin escuchar la voz de la comunidad educativa”, motivo por el que, a juicio del Ejecutivo autonómico “debe ser sustituida por nuevas medidas normativas que pongan freno a los perjuicios que ya se están causando al sistema educativo”.