Esta mañana la Asamblea General de la Asociación de Constructores de Baleares ha presentado un informe que detalla la actividad del sector de la construcción en 2023 y las previsiones para 2024. Uno de los datos más significativos es la caída del 23% en la inversión privada en construcción en Menorca, principalmente debido a un marcado descenso en la construcción de viviendas, pasando de 143 millones a 110 millones de euros.
A nivel general, Baleares ha visto cómo la inversión total en construcción se redujo a 2.055 millones de euros en 2023, un 15,43% menos que el año anterior. La inversión pública experimentó una caída considerable del 42,11%, situándose en 468 millones de euros, influenciada por ser un año electoral. Este retroceso rompe con la tendencia al alza observada desde 2021.
La inversión en vivienda en Menorca ha sufrido un impacto significativo, con una reducción del 55% en la construcción de viviendas plurifamiliares y del 36% en unifamiliares, sumando un total de solo 161 viviendas nuevas. Este número representa apenas el 4% del máximo registrado en 2007.
A pesar de la crisis habitacional, 2023 ha sido testigo de la menor cantidad de viviendas construidas en Baleares desde la crisis inmobiliaria, con solo 3.292 unidades visadas, un 7,53% menos respecto al año anterior. El costo medio de construcción por vivienda (excluyendo el suelo) ha alcanzado los 380 mil euros, triplicando las cifras previas a la crisis de 2008.
En cuanto al turismo, la inversión en Baleares ha descendido un 23% respecto a 2022, con 174 millones de euros. Menorca ha mantenido sus cifras casi invariables, con un leve descenso del 1,6%, a pesar de la moratoria turística que ha limitado los nuevos proyectos.
En el ámbito laboral, el sector de la construcción en Baleares supera los 60.000 trabajadores, cifra que no se veía desde 2008.
Sobre las previsiones, la Asociación de Constructores de Baleares anticipa un 2024 con cierta tendencia a la baja en la actividad de construcción, pendiente de la repercusión que tendrán las medidas del Decreto de Simplificación Administrativa del Govern. La introducción de las Entidades de Colaboración Urbanística (ECUS) para facilitar la tramitación de licencias municipales, la agilización de suelos ya programados y el aprovechamiento final de los fondos europeos, junto con la posible bajada de tipos por el Banco Central Europeo, podrían influir positivamente en la financiación para inversores y particulares.
Asimismo, consideran que la construcción de vivienda afronta un déficit de 35.000 unidades, y con la previsión de un aumento poblacional de 250.000 personas hasta 2037, se estima una necesidad de 135.000 nuevas viviendas en los próximos 13 años, lo que requeriría de una producción anual de 10.300 viviendas para equilibrar la demanda con la oferta. Actualmente, se están visando 3.300 viviendas por año, lejos de las 15.000 viviendas anuales visadas en el pico de 2007. La asociación expresa su decepción ante el uso limitado por parte de los ayuntamientos de las medidas del decreto de emergencia de vivienda para optimizar el uso del suelo urbano ya existente, sin necesidad de consumir nuevo territorio.