Además de sumar la undécima victoria de la temporada frente Rioverde Clavijo, Hestia Menorca ha vivido un intenso fin de semana en lo que a su proyecto social se refiere. Pol Molins, jugador del Hestia Menorca formado en las categorías del Joventut de Badalona, se desplazó el viernes pasado a Ciutadella para asistir al Campus Urban Experience que
organizan el CB Boscos y la Penya.
El evento ha congregado durante una semana a unos 120 jugadores y jugadores de diferentes clubes de Menorca, quienes han entrenado a las órdenes de los técnicos de la cantera ‘verdinegra’ Dídac Arredondo, Gerard Jara y Roger Marcos, junto con entrenadores locales, disfrutando así de jornadas de aprendizaje y convivencia.
En su paso por el Campus, Molins contestó a las múltiples, y en algún caso, atrevidas, preguntas de los asistentes, además de participar en la entrega de premios del torneo. La presencia del mataronense en Campus Urban Experiencie es consecuencia del acuerdo de vinculación que une a Hestia Menorca y CB Boscos, y del compromiso del Club de Bintaufa con el baloncesto de formación de la Isla.
«Estuvo muy bien, vi muchas caras conocidas no solo de Ciutadella sino también de Maó, del Alcázar, por ejemplo, y la experiencia estuvo bien, con la Penya, que yo vengo de allí”, explica Molins, quien apunta a la «competitividad» como principal diferencia entre esa cantera y los clubes menorquines. «Hay diferencias pero también similitudes. Allá hay muchos más niños, entre los que puedes elegir a la hora de hacer el equipo, y eso eleva el nivel, supongo. Aunque esta es una isla de básquet y hay mucho talento. Ya se sabe que Baleares ha dado grandes jugadores», concluye Pau.
Formación e información
Talento que no es casualidad habida cuenta el gran trabajo que realizan los clubes de Menorca, cuyos staff aprovechan las oportunidades de aprendizaje que surgen. Así, un grupo de entrenadores de Sant Lluís acompañó al Hestia en sus últimos momentos de preparación del partido contra el Rioverde Clavijo, entre ellos la sesión de tiro previa y el propio encuentro de LEB Oro, una dinámica por la que ya han pasado otros profesionales del baloncesto de la Isla con la que conocer y nutrirse recíprocamente de las experiencias y formas de trabajar de cada cuerpo técnico, a la vez que se teje una relación directa y de cooperación entre entidades deportivas.
Por su parte, Álvaro Sanz, Diego Alderete, Emil Stoilov, Golden Dike, Omar Lo y Pablo Súarez se pasaron el domingo por la mañana, justo antes del Dinarot, por la Fiesta del Deporte en la Calle. Los jugadores tuvieron ocasión de acercarse a una muestra del conjunto de actividades que una treintena de entidades deportivas presentó en la plaza Explanada de Maó entre las 10 y las 13 horas. El paseo les permitió jugar un poco con los más pequeños y los integrantes del Club Vidalba y a saludar a muchos de los asistentes a la muestra, entre ellos, el alcalde de Maó, Héctor Pons y el concejal de Deportes, Lázaro Alcaide.
«Me ha parecido un evento bastante chulo que brinda la oportunidad a los más pequeños a probar distintos deportes, permite juntar a todo el mundo y, a nosotros, a estar con la gente. Gracias a este espacio nos hemos dado cuenta de que se practican todo tipo de deportes en la Isla y ha sido un rato muy agradable con el equipo», comentaba Suárez, quien, tras la Fiesta del Deporte en la Calle, asistió junto con el resto del Hestia Menorca al Dinarot, fan experience que reunió a manteles a un centenar de personas en Viva la Pepa.
«Dentro de los límites que impone la dinámica de competición, es una constante la participación del equipo en actividades propias y de otros clubes que contribuyan a la promoción de hábitos de vida saludable que pueden ayudar al bienestar físico y emocional de niños, niñas y jóvenes, y refuercen el tejido social y económico de la Isla», remarca Miguel Ortiz, director general del Hestia Menorca.
Esta participación se vincula claramente con uno de los objetivos del Club, la formación de niños, niñas y jóvenes. «Lo que estamos consiguiendo es acercar el proyecto a la sociedad menorquina, que ya de por si lleva esta sensibilidad deportiva en la piel y en la sangre. Este es el camino que queríamos y que seguimos, y nos hace felices», enfatiza el presidente Oriol Segura.
