Las diputadas autonómicas menorquinas Cristina Gómez (Unides Podem) y Joana Gomila (Més per Menorca) participan estos días de uan visita oficial de una delegación del Parlament balear a los campos de refugiados saharauis de Tindouf en Argelia. En esta misión diplomática participan todos los partidos representados en la Cámara balear a excepción de VOX.
A lo largo de esta estancia de cinco días han podido conocer de primera mano lo que Gómez tacha de “guerra silenciada por los medios entre Marruecos y los saharauis que fueron expulsados de su país” por la invasión del reino alauita que permitió España. En este sentido, las autoridades de la República Áraba Saharaui Democrática agradecen enormemente la tradicional ayuda de Baleares a su gente pero siguen lamentando la ‘traición’ del Gobierno español que pasó de considerar al Sáhara una provincia más del territorio nacional a permitir su invasión marroquí en los últimos días del franquismo en noviembre de 1975.
A lo largo de estas jornadas los integrantes de esta delegación han podido ver in situ la situación de los campos de Tindouf que es especialmente difícil. Gómez ha destacado la falta de hombres que están combatiendo contra Marruecos lo que ha permitido a las mujeres asumir muchos puestos de responsabilidad institucional y laboral en los campos de Tindouf, algo casi impensable en un régimen árabe.
Otro aspecto en el que ha incidido especialmente es en la sanidad. Los saharauis apenas tienen recursos. Su único centro hospitalario sólo puede atender urgencias y controlar enfermedades crónicas, pero las intervernciones quirúrgicas son mínimas.
Otro tema que le preocupa es al salud de los niños, sobre todo los más pequeños. Las madres que optan por dar biberones a los bebés siempre están expuestas a que nuevas reducciones de las ayudas humanitarias recorten la entrada de esta leche en polvo y cabe recordar que los recién nacidos, si se aconstumbran a tomar este tipo de alimento, ya rechazan el pecho materno. También se ha demostrado que estas leches tienen más hidratos de carbono y azúcares que las que se venden en Occidente para dar una imagen falsa de niño sano. Por último, la dificultad para esterilizar correctamente los biberones supone una nueva fuente de infección para los más débiles.
Cabe recordar que en los campos de refugiados de Argelia viven unas 175.000 personas.
Vacaciones pagadas para los comunistas???? Vamos bien, primero los abandonan a su suerte y luego se van de fiestuki