La red viaria de Menorca es sencilla y funcional, con una carretera principal que conecta los dos extremos de la isla, Mahón y Ciutadella. Desde esta arteria principal se despliegan las conexiones hacia la costa y las poblaciones cercanas al mar. Una excepción interesante es el Camí d’en Kane, una vía histórica que, en su tiempo, fue la primera en unir los dos extremos de Menorca. Aunque hoy en día es menos transitada, sigue siendo una alternativa útil y con una historia fascinante.
Sin embargo, para los aficionados al senderismo, Menorca ofrece mucho más que solo estas rutas conocidas. La joya del senderismo en la isla es el Camí de Cavalls, un camino litoral de gran atractivo que ha sido cuidadosamente recuperado para el disfrute de los caminantes. No obstante, existe un esfuerzo continuo, llevado a cabo principalmente por grupos de voluntarios, para rescatar del olvido otros senderos menos conocidos pero igualmente hermosos.
Estos trabajos de recuperación han puesto al descubierto el enorme potencial de Menorca para ofrecer nuevas rutas a los amantes del senderismo, revelando tramos que invitan a descubrir una faceta diferente y menos explorada de la isla. Aunque gran parte de este trabajo se ha centrado en el levante insular, hay muchas otras vías que no debemos dejar de lado. Un ejemplo destacado es el Camí Reial en Ferreries, un sendero que, como muchos otros en la isla, tiene un origen agrario.
A lo largo de la historia, numerosos senderos en Menorca se utilizaron para fines agrícolas, sirviendo de conexión entre fincas. Con el tiempo, al perder su uso original, muchos de estos caminos fueron invadidos por la naturaleza y quedaron casi intransitables. Gracias al trabajo de los voluntarios, estos senderos están siendo desbrozados y recuperados, ofreciendo ahora la posibilidad de explorar una Menorca rural, antigua y auténtica.
En conjunto, estos senderos recuperados no solo añaden kilómetros adicionales para los entusiastas del senderismo, sino que también permiten una inmersión en paisajes que conservan la esencia de la Menorca más tradicional. Estas rutas alternativas invitan a descubrir la isla desde una perspectiva diferente, alejada de los circuitos turísticos más concurridos, y ofrecen la oportunidad de caminar por senderos que han sido testigos de siglos de historia.
Explorar estas rutas es una forma de conectar con la naturaleza y la historia de Menorca, descubriendo al mismo tiempo su rica diversidad paisajística. Así que, si buscas una experiencia de senderismo más allá del Camí de Cavalls, considera aventurarte por estos caminos menos transitados y déjate sorprender por la belleza oculta de la isla.
Un poco más de rigor, el camí real es anterior al camí d’en Kane, si bien esta fue la primera vía acondicionada para el transporte de carros (origen puramente militar, debían pasar dos cañones en sentido opuesto). El camí real no tenía uso agrario sino que estaba pensado para las reculas de mulas, forma de trasporte habitual anterior a los carros y tradicional en la península y en hispanoamerica, obedecian a rutas de interés, conocidas como reales.
En la península los caminos reales (de herradura), convivieron con las calzadas romanas hasta el s. XIX cuando se creó el cuerpo de ingenieros y la actual sistema vicario centralizado en Madrid.
Un poco más de rigor, el camí real es anterior al camí d’en Kane, si bien esta fue la primera vía acondicionada para el transporte de carros (origen puramente militar, debían pasar dos cañones en sentido opuesto). El camí real no tenía uso agrario sino que estaba pensado para las reculas de mulas, forma de trasporte habitual anterior a los carros y tradicional en la península y en hispanoamerica, obedecian a rutas de interés, conocidas como reales.
En la península los caminos reales (de herradura), convivieron con las calzadas romanas hasta el s. XIX cuando se creó el cuerpo de ingenieros y la actual sistema viario centralizado en Madrid.