Unas 700 personas formaron una cadena humana en el centro de Ciutadella, convocadas por la plataforma Via Menorca, para protestar por la creciente expansión del turismo que, según ellos, expulsa a la población residente de los centros históricos.
Con gritos de “Menorca no se vende” y exhibiendo visibles pancartas en varios idiomas, los manifestantes hicieron oír su voz para pedir a las administraciones y a los estamentos privados que viven del turismo que se pusiera freno a la masificación, la cual, según ellos, atenta directamente contra la población residente.
Miquel Camps, portavoz de la plataforma, calculó que Menorca tiene 6.000 casas en las que se ejerce de forma reglada el alquiler turístico, pero señaló que hay otras “8 o 9.000 no autorizadas que antes estaban ocupadas por residentes y ahora están en manos de los visitantes”, por lo que reclamó medidas fiscales contra quienes compran casas para especular y una labor inspectora mucho más efectiva.
La protesta en el casco antiguo de Ciutadella fue la tercera acción que llevó a cabo Via Menorca, después de la manifestación de junio en la plaza Biosfera de Mahón, que congregó a un millar de personas, y de la ocupaciónordenada, en julio, de la playa virgen de Cala en Turqueta.
Miquel Camps anunció que la plataforma llevará a cabo nuevas actuaciones para reconducir el devenir de Menorca y “cambiar el rumbo hacia un modelo más diferenciado de Mallorca e Ibiza“.EFE