Es un baile lo de Venezuela. Estos días parece que bailamos a su ritmo, al del tambor, y nos movemos frenéticos con la música que nos viene del Caribe y con los redobles que se tocan por aquí. Mucha música .Demasiada para estar terminando las cálidas noches del verano. Esta fiesta es una ruina.
Los hechos básicos, parece que los conocemos por lo que publican los medios. Se celebran elecciones, con observadores. La Fundación Carter dice que las elecciones no han sido democráticas. El Expresidente de España Rodríguez Zapatero sigue observando porque no dice ni palabra. Los bolivarianos dicen que han ganado. D. Edmundo y Doña Corina dicen que han ganado. Cuando se pregunta por las actas de las mesas electorales, a ver si nos aclaramos, no se enseñan por los unos y las de los otros yo tampoco las he visto, ni sé su fiabilidad, ni por quién se han hecho. ni como se han auditado y contabilizado. Todo ha llegado a la corte de justicia venezolana que ha proclamado la veracidad de las actas oficiales, y uno de los miembros de la comisión electoral central ha discrepado y ha sido cesado. Lo que sabemos es que no tenemos la certeza de nada.
En este esquema se ha producido una escalada, en la que ambas partes, que ya estaban obstinados y arrechos de antes, ahora se llaman mentirosos. También una situación de tensión en las calles con un numero desconocido de personas muertas con esta verga.
Y comenzó el ritmo del tambor venezolano ¡Viste, pues¡. Bailó Milei y salió de pista. Baila Lula, bailaron los rusos, los chinos, los cubanos, los norteamericanos, los turcos, algunos países árabes, la Unión Europea, España.
En esta vaina el actual presidente no deja su función y tiene apoyos suficientes para mantenerse. Lo suyo seria la repetición de las elecciones lo que no es lo suyo es la utilización interesada que de toda la confusión se está haciendo por muchos. ¿Servirían para algo practico otras elecciones? Me temo que no porque no se variarían las posiciones y habría que montar por parte de la ONU o la OEA un dispositivo que garantice el control de las votaciones, mesa a mesa, voto a voto. Muchos millones de venezolanos están fuera del país.
La realidad es que lo único que se puede hacer, es no reconocer a nadie como ganador, lo cual no quiere decir nada, porque lo único que se sabe con certeza es que no ha habido un proceso democrático. Votos sí ha habido, pero en unas condiciones previa que no permiten afirmar que el proceso electoral haya sido limpio. Pero esto no nos indica cual ha sido el resultado. El no reconocimiento implica una interinidad de facto de la permanencia en el poder del actual sistema.
Resulta verdaderamente inaceptable, obscena, la utilización que el Partido Popular está haciendo de los venezolanos y de la situación de Venezuela. Desde hace tiempo la oposición que hace el Partido Popular al Gobierno, es sucia. Se puede hacer oposición con cabeza y con inteligencia y no buscando bronca absolutamente por todo por mal que lo haga el Gobierno o por los pactos que suscribe para mantener la Presidencia de Gobierno. Así, aunque lleguen a gobernar, no será más que un batalla ganada de una guerra perdida socialmente.
En el cado de Venezuela la oposición venezolana está cayendo en la trampa del PP. Se les vincula demasiado con la derecha española. Desde el partido socialista no se defiende la posición de la democracia bolivariana, una especie de democracia orgánica franquista, o de democracia a la cubana, y el gobierno del PSOE está intentando resolver la situación desde el punto de vista internacional de mantener las relaciones diplomáticas con Venezuela y las relaciones económicas existentes. No se puede acusar ni al partido socialista ni al Gobierno de España de estar apoyando el resultado de las elecciones ni el mantenimiento en el poder del actual mandatario venezolano.
Es lamentable ver la estrategia, que además busca argumentos basados en la democracia. ¿Democracia de unas elecciones que no están claras por ninguno de los lados? Creo que debemos recordar que Venezuela era un país democrático, en el pasado, y que perdió su democracia por la corrupción de sus mandatarios democráticos. Esto fue lo que llevó al poder a Hugo Chávez. Después todo se ha convertido en un tambor venezolano, y los repiques nos afectan a nosotros. Todo va de disparate en disparate. El parlamento español le hace un brindis al sol , con el voto de la derecha de la cámara, con una votación por la que se reconoce ganador a Edmundo González. Tremendo disparate, votado por el PNV, con un voto sorprendente teniendo en cuenta como Venezuela era lugar de descanso y retiro de etarras y un lugar de vascos nacionalistas. Que da lugar a que en una dinámica absolutamente histriónica por allí se pida la ruptura de relaciones diplomáticas, comerciales, etc., por el presidente del Parlamento de Venezuela, psiquiatra de profesión sin ningún interés personal ni económico en España.
El ritmo se ha acelerado con la calificación de la Ministra de Defensa de España de dictadura para Venezuela, que ha sido seguida de la detención de dos españoles bajo la acusación de ser agentes del CNI o sea del Ministerio de Defensa y de estar trabajando para el asesinato del presidente, de la vicepresidente, que vino a España y vio a Ábalos una noche en el Aeropuerto de Barajas, y de más personas del bolivarismo. A mí lo del Congreso me recordó la foto de l Presidente Aznar , del PP, en las Azores y nuestra entrada en la Guerra del Golfo. Costo 9 agentes del CNI muertos que es mucho más que dos detenidos por absurda idea de que el CNI está detrás de una conjura. La sensación al ver la foto y al ver esta votación del Congreso de los Diputados, fue la misma, perplejidad, ¿y nosotros que hacemos aquí metidos con estos carajos?. Si esto no es nuestra vaina. ¡Viste pues¡ ¿Qué hacemos en este “peo”?
Creo que todo el mundo debería centrarse, el gobierno de Venezuela bajar el tono con España, que el Gobierno español bastante está haciendo en esta situación por mantener el equilibrio. Una situación , generada en Venezuela por los venezolanos, entre si , en la que no tenemos nada que ver, y no confundir a España con el Partido Popular, por mucho que esta formación dé certificados de españolismo.
El Partido Popular es destructivo con su actuación política y está fuera de los límites de una oposición licita.
A la oposición venezolana le importa una verga. La democracia venezolana es un instrumento de ataque contra el PSOE y el gobierno de Pedro Sánchez, y lo único que quiere es utilizar Venezuela en su propio interés y el drama por el que tantos venezolanos están pasando. Hizo lo mismo con Cuba, recordamos aquí el accidente de coche de Ángel Carromero , que costó la vida al disidente cubano Oswaldo Paya. Con los años, fontanero del PP y presunto espía del aparato a Isabel Diaz Ayuso. No está para hablar de democracia de ningún país. Y no es un ataque al PP es simplemente un recordatorio de que no puede dar carnets de democracia y una petición, que deje a Venezuela y a los venezolanos resolver sus problemas sin interferencias ni instrumentalizaciones. Nos ayudará a todos , y especialmente a los venezolanos… si lo hace así .
Que este baile del tambor que ha empezado no obstine la vaina entre los dos países.
